Los pensamientos y los sentimientos de la madre tendrán una poderosa influencia sobre el legado que ella da a su niño. Si permite que su mente se espacie en sus propios sentimientos, si cede al egoísmo y si es malhumorada y exigente, la inclinación de su hijo testificará de este temperamento. Así muchos han recibido, como un legado, tendencias al mal casi invencibles.—The Signs of the Times, 13 de septiembre de 1910; La Temperancia, 151, 152. 1MCP 142.1
Si la madre se atiene invariablemente a principios rectos, si es templada y abnegada, bondadosa, apacible y altruista, puede transmitir a su hijo estos mismos preciosos rasgos de carácter.—El Ministerio de Curación, 288, 289 (1905). 1MCP 142.2