Hay que velar con cariño por las fuerzas de la madre. En vez de permitir que las malgaste en tareas agotadoras, hay que reducir sus preocupaciones y cargas. Muchas veces el esposo y padre desconoce las leyes físicas que el bienestar de su familia exige que conozca. Absorto en la lucha por la vida, o empeñado en obtener una fortuna y acosado por afanes y apuros, permite que caigan sobre la esposa y madre cargas que agotan sus fuerzas en el período más crítico de su vida y le causan debilidad y enfermedad.—El Ministerio de Curación, 289 (1905). 1MCP 142.4