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Eliminemos toda palabra descuidada 2MCP 219

Recuerden que por sus palabras serán justificados o condenados. La lengua necesita freno. Las palabras que pronuncian son semillas que producirán fruto para bien o para mal. Ahora es el momento cuando deben sembrar. 2MCP 219.4

El buen hombre, del buen tesoro de su corazón saca buenas cosas. ¿Por qué? Porque Cristo es una presencia permanente en el alma. La verdad santificadora es un depósito de sabiduría para todos los que la practican. Como una fuente de vida, surge para vida eterna. Aquel en cuyo corazón no mora Cristo, se entregará a una conversación barata, a exageraciones que harán daño. La lengua que dice cosas perversas y comunes, con expresiones vulgares, necesita que se le aplique una brasa del altar.—Manuscrito 17, 1895. 2MCP 220.1