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Cuando se anticipan las dificultades, se duplica el peso de la carga 2MCP 106

Estamos en un mundo donde impera el sufrimiento. Dificultades, pruebas y tristezas nos esperan a cada paso mientras vamos hacia la patria celestial. Pero muchos agravan el peso de la vida al cargarse continuamente de antemano con aflicciones. Si encuentran adversidad o desengaño en su camino, se figuran que todo marcha hacia la ruina, que su suerte es la más dura de todas, y que se hunden seguramente en la miseria. Así atraen la desdicha y arrojan sombras sobre cuanto los rodea. La vida se vuelve una carga para ellos. 2MCP 106.2

Pero no tiene que ser así. Tendrán que hacer un esfuerzo decidido a fin de cambiar el curso de sus pensamientos. Pero el cambio es posible. Su felicidad, para esta vida y para la venidera, depende de que fijen su atención en cosas alegres. Dejen ya de contemplar los cuadros lóbregos de su imaginación; consideren más bien los beneficios que Dios esparció en su senda, y más allá de estos, los invisibles y eternos.—El Ministerio de Curación, 191 (1905). 2MCP 106.3