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No se preocupe más (consejo a una amiga que estaba por morir) 2MCP 114

Me preocupo constantemente por su caso, y me aflige que tenga pensamientos perturbadores. Quisiera reconfortarla si eso estuviera a mi alcance. ¿No ha sido Jesús, el precioso Salvador, tantas veces de ayuda en momentos de necesidad? No contriste al Espíritu Santo, deje de preocuparse. Esto es lo que usted ha dicho muchas veces a otros. Permita que la consuelen las palabras de los que no están enfermos como usted lo está. Mi oración es que el Señor la ayude.—Mensajes Selectos 2:290 (1904). 2MCP 114.4