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No dé lugar a la depresión 2MCP 137

Durante la noche, en sueños, yo estaba conversando con usted. Le decía: Me alegro mucho de que está tan bien ubicada, y que pueda estar cerca del sanatorio. No dé lugar a la depresión; en cambio, permita que la influencia consoladora del Espíritu Santo reciba la bienvenida en su corazón, para darle consuelo y paz [...]. 2MCP 137.5

Mi hermana: si quiere obtener preciosas victorias, contemple la luz que emana del Sol de justicia. Hable con Dios de esperanza, de fe y gratitud. Esté siempre alegre y con esperanza en Cristo. Adiéstrese para alabarlo. Esto es un gran remedio para las enfermedades del cuerpo y del alma.—Carta 322, 1906. 2MCP 137.6