El es quien perdona todas tus iniquidades; él es el que sana todas tus dolencias. Salmos 103:3. NEV 38.1
Cristo nos ha dado su Palabra, para que los hombres y las mujeres tengan a su alcance un remedio para toda enfermedad espiritual. La Palabra es una prueba del carácter humano. Muestra cuál es la enfermedad, y prescribe el remedio. En la Palabra está la prescripción para toda dolencia espiritual. Los simples mandamientos de Dios ejercerán una influencia saludable sobre todo el cuerpo. Si se la toma con fe, y se la práctica fielmente, sus remedios son infalibles.—Carta 42, 1907, pp. 3. NEV 38.2
Las promesas de la Palabra de Dios se abren ante los más humildes. Dios declara: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, demándela a Dios, el cual da a todos abundantemente”. Santiago 1:5. Nunca será enviado con las manos vacías. Y el hombre que vive de toda palabra de Dios, mejorará en sus capacidades mentales y morales. Tendrá un entendimiento más claro que el manifestado antes de abrir su corazón para dar entrada a la Palabra de vida. Relacionado con la Fuente viva de sabiduría y conocimiento, las capacidades mentales crecerán y se expanderán. Mientras las capacidades del intelecto estaban bajo el dominio de Satanás, todo el hombre estaba deformado. Pero cuando el poder de la verdad es puesto en el corazón, influye todo el ser.—Manuscrito 23, 1899, pp. 5. NEV 38.3
El Señor ha puesto su voz en su santa Palabra. Esas benditas páginas están llenas de instrucción y de vida, en armonía con la verdad. Son una regla perfecta de conducta. Se dan instrucciones, se trazan principios, que se aplican a toda circunstancia en la vida, aunque no se trate ningún caso en particular. No se ha dejado sin revelar ninguna cosa que sea esencial para un sistema completo de fe, y una correcta línea de práctica. Se establece claramente todo deber que Dios requiere de nosotros. ... Nadie que tome la Biblia como su guía, humilde y honradamente, haciéndola su consejero, errará la senda verdadera.—Carta 34, 1891, pp. 4. NEV 38.4
Confiad en esto: si estudiáis la Palabra de Dios con sincero deseo de obtener ayuda, el Señor llenará vuestra alma de luz. Vuestra obra será aprobada por Dios, y vuestra influencia tendrá un sabor para vida.—(Australasian) Union Conference Record, 1 de octubre de 1903. NEV 38.5