En el curso de su ministerio, dedicaba Jesús más tiempo a la curación de los enfermos que a la predicación.—El Ministerio de Curación, 13. SC 165.1
La obra médico-misionera abrirá muchas puertas delante del verdadero reformador.—Joyas de los Testimonios 3:102. SC 165.2
La verdadera obra misionera médica es el Evangelio practicado.—Testimonies for the Church 8:168. SC 165.3
La obra misionera médica es precursora de la obra del Evangelio. El Evangelio debe ser predicado y puesto por obra tanto en el ministerio de la Palabra como en la obra misionera médica.—El Ministerio de Curación, 134. SC 165.4
El Salvador del mundo dedicó más tiempo y trabajo a sanar a los afligidos de sus enfermedades que a predicar. El último pedido que les hizo a sus discípulos, representantes suyos en la tierra, fué el de que pusieran las manos sobre los enfermos para que pudieran sanarse. Cuando el Maestro venga, elogiará a los que han visitado a los enfermos y aliviado las necesidades de los afligidos.—Testimonies for the Church 4:225. SC 165.5
El quiere que la obra misionera médica prepare el camino para la presentación de la verdad salvadora para este tiempo, la proclamación del mensaje del tercer ángel. Si se cumple este designio, el mensaje no quedará eclipsado ni estorbado su progreso.—Joyas de los Testimonios 2:531. SC 165.6
Haced frente en primer lugar a las necesidades temporales de los afligidos, y aliviad sus problemas y sufrimientos físicos, y entonces hallaréis una avenida abierta al corazón, donde podréis plantar la buena simiente de la virtud y la religión.—Testimonies for the Church 4:227. Nada aumentará más la fuerza espiritual y el fervor y profundidad de los sentimientos, que el visitar y servir a los enfermos y abatidos, ayudándoles a ver la luz y a aferrarse de Jesús por la fe.—Joyas de los Testimonios 1:464. SC 165.7