Debe ejercerse gran cuidado al elegir dirigentes para las iglesias nuevas. Sean ellos hombres y mujeres plenamente convertidos. Escójanse los que estén mejor calificados para dar instrucción, los que puedan ministrar tanto en palabra como en hecho. Hay una profunda necesidad de trabajar en todo ramo.—Testimonies for the Church 6:85. SC 78.3
Los ancianos y los que tienen puestos directivos en la iglesia deben dedicar más pensamiento a los planes que hagan para conducir la obra. Deben arreglar los asuntos de tal manera que todo miembro de la iglesia tenga una parte que desempeñar, que nadie lleve una vida sin propósito, sino que todos realicen lo que pueden hacer de acuerdo con su propia capacidad. ... Es muy esencial que tal educación sea dada a los miembros de la iglesia para que éstos se conviertan en obreros abnegados, devotos, eficientes para Dios; y es solamente por una conducta semejante como puede evitarse que la iglesia llegue a ser infructífera y a estar muerta. ... Todo miembro de la iglesia ha de llegar a ser un obrero activo: una piedra viva, que emita luz en el templo de Dios.—The Review and Herald, 2 de septiembre de 1890. SC 78.4