“Por fe conquistaron reinos, hicieron justicia... sacaron fuerzas de debilidad”.
Como medio de educación, ninguna porción de la Biblia es de mayor valor que sus biografías. Estas difieren de todas las demás porque son absolutamente fieles a la realidad. Es imposible que una mente finita intérprete exactamente, en todas las cosas, lo que hace otra. Solamente Aquel que lee el corazón, que percibe la fuente secreta de los motivos y las acciones, puede describir con absoluta fidelidad el carácter, o presentar un fiel resumen de una vida humana. Sólo en la Palabra de Dios se encuentra tal cosa. ED98 146.1
No hay verdad tan claramente enseñada por la Biblia como la de que lo que hacemos, es resultado de lo que somos. En gran parte, los incidentes de la vida son el fruto de nuestros propios pensamientos y acciones. “La maldición nunca vendrá sin causa”.1Proverbios 26:2. ED98 146.2
“Decid al justo que le irá bien... ¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado”.2Isaías 3:10, 11. ED98 146.3
“Oye, tierra: He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de sus pensamientos; porque no escucharon mis palabras, y aborrecieron mi ley”.3Jeremías 6:19. ED98 146.4
Es terrible esta verdad y debería ser profundamente inculcada. Toda acción recae sobre el que la ejecuta. Nunca un ser humano puede dejar de reconocer, en los males que aquejan su vida, el fruto de su propia siembra. Sin embargo, no estamos sin esperanza. ED98 146.5
Jacob recurrió al fraude para obtener el derecho de la primogenitura que ya le correspondía según la promesa de Dios, y la cosecha que recogió fue el odio de su hermano. Durante los veinte años de su destierro fue defraudado y sufrió injusticias, y al fin se vio obligado a buscar seguridad en la fuga, y recogió la segunda cosecha cuando vio reproducidos en sus hijos los malos rasgos de su propio carácter, cuadro fiel de las retribuciones de la vida humana. ED98 147.1