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“No me toques” HR 244

Al apartarse del sepulcro vio a Jesús de pie cerca de allí, pero no lo conoció. Le habló con ternura, preguntándole por qué estaba triste y a quién buscaba. Supuso que era el jardinero, y le rogó que si se había llevado a su Señor, le dijera dónde lo había puesto, para que ella se lo pudiera llevar. Jesús le habló con su voz celestial y le dijo: “¡María!” Ella conocía muy bien los matices de esa voz amada, y le respondió con prontitud: “¡Maestro!” e impulsada por su gozo estuvo a punto de abrazarlo; pero Jesús le dijo: “No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios”. Juan 20:17. Gozosamente se apresuró a llevar las buenas nuevas a los discípulos. Jesús rápidamente ascendió a su Padre para oír de su labios que había aceptado su sacrificio y para recibir toda potestad en los cielos y en la tierra. HR 244.1

Una nube de ángeles rodeó al Hijo de Dios y ordenó a las puertas eternas que se abrieran paraque pudiera entrar el rey de gloria. Vi que mientras Jesús estaba con esa resplandeciente hueste celestial en presencia de Dios y rodeado por su gloria, no se olvidó de sus discípulos en la tierra sino que recibió potestad de su Padre para regresar y darles poder. Ese mismo día regresó y se manifestó a sus discípulos. Les permitió que lo tocaran, porque había ascendido a su Padre y había recibido poder. HR 244.2