Es un engaño del enemigo que alguien sienta que puede desvincularse de los agentes que Dios ha señalado y trabajar en una línea independiente por sí mismo, con su propia supuesta sabiduría, y sin embargo tener éxito. Aunque se halague a sí mismo con la idea de que está haciendo la obra de Dios, al fin no prosperará. Somos un cuerpo, y todo miembro ha de estar unido al cuerpo, cada persona trabajando en su respectiva capacidad.—Carta 104, 1894. 3MS 27.1
No es una buena señal cuando los hombres no se unen con sus hermanos, sino que prefieren actuar solos, cuando no aceptan a sus hermanos porque éstos no ejecutan sus planes. Si los hombres llevan el yugo de Cristo, no pueden separarse. Llevarán el yugo de Cristo. Trabajarán junto con él.—Manuscrito 56, 1898. 3MS 27.2
A medida que nos acercamos a la crisis final, en lugar del sentimiento de que hay menos necesidad de orden y armonía de acción, debemos ser más sistemáticos de lo que hemos sido hasta ahora. Toda nuestra obra debe ser conducida de acuerdo con planes bien definidos. 3MS 27.3
Estoy recibiendo luz del Señor de que debe haber una conducción sabia en este tiempo más que en cualquier período anterior de nuestra historia.—Carta 27a, 1892. 3MS 27.4