Necesitamos un Maestro divino. Para que el mundo no permanezca en la oscuridad, en una noche espiritual eterna, Dios se encontró con nosotros mediante Cristo. Cristo es “la luz verdadera que alumbra a todo hombre”. Juan 1:9. “La iluminación del conocimiento de la gloria de Dios” se revela “en la faz de Jesucristo”. 2 Corintios 4:6. La luz de Cristo ilumina nuestro entendimiento, y al alumbrar la faz de la naturaleza, nos permite todavía leer la lección del amor de Dios en sus obras creadas. 8TPI 267.2