Ahora es el momento propicio para arrepentirnos. Todo miembro del pueblo de Dios debe interesarse individualmente en la obra de hacer el bien. Deben unirse en anhelantes esfuerzos por elevar e iluminar a sus conciudadanos. Deben llevar el vestido de bodas que Cristo ha provisto para que estén en condición de trabajar en sus filas. No debieran recibir la gracia de Dios en vano. Con humilde y devota reverencia debieran trabajar a diestra y siniestra, consagrando a Dios todo su servicio y todas sus capacidades. 6TPI 300.1
Debe producirse un despertar entre el pueblo de Dios. La iglesia en su totalidad será probada. El que se inclina hacia el mundo, el que medita y hace planes, el que tiene la mente constantemente ocupada en su negocio, debiera buscar la sabiduría en asuntos de interés eterno. Si ddedicara tanta energía en asegurar los tesoros celestiales y la vida que se mide por la vida de Dios, como lo hace para lograr ganancias mundanales, ¿qué no lograría? 6TPI 300.2
El mayordomo infiel no se enriqueció con los recursos de su amo; simplemente no los puso a trabajar. Permitió que el ocio reemplazara el esfuerzo sincero y generoso. Fue infiel al apropiarse de los bienes de su señor. Siervo infiel, ¿no ves que perderás tu alma si no cooperas con Dios y maximizas tus talentos para el Maestro? Se te dio la mente para que entendieras cómo trabajar. Se te dieron ojos para que pudieras ser sabio para discernir las oportunidades que Dios te da. Tus oídos son para escuchar los mandamientos de Dios. Tus rodillas son para inclinarte tres veces al día en sincera oración. Tus pies son para correr por la senda de los mandamientos de Dios. El pensamiento, esfuerzo y talento debieran ser puestos en actividad para que podáis estar preparados para graduaros en la escuela de lo alto y oír de los labios de Uno que ha vencido toda tentación por nosotros: “Al que venciere yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. “Así dice Jehová de los ejércitos: si anduvieres por mis caminos, y guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi casa, también guardarás mis atrios, y entre estos que aquí están te daré lugar” Apocalipsis 3:21; Zacarías 3:7. Si no colaboras con Dios entregándote a él y le sirves, serás juzgado como no apto para ser ciudadano de su inmaculado reino celestial. 6TPI 300.3