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¡Maranata: El Senor Viene!

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    La herencia inmortal, 15 de diciembre

    Dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz. Colosenses 1:12.MSV76 355.1

    El rescate ha sido pagado. Todos pueden acercarse a Dios y obtener la eternidad mediante una vida de obediencia. Cuán triste es, entonces, que el hombre se aparte de la herencia inmortal y viva para satisfacer el orgullo, el egoísmo y el afán de ostentación, y... pierda la bendición que podría recibir en esta vida y en la venidera. [Los hombres] podrían entrar en los palacios celestiales y alternar con libertad y en igualdad de condiciones con Cristo, los ángeles celestiales y los príncipes de Dios. Y aun así, por increíble que parezca, rechazan los atractivos celestiales.MSV76 355.2

    El Creador de todos los mundos se propone amar a los que creen que su Hijo unigénito es su Salvador personal así como ama a su Hijo. Aun aquí y ahora nos concede en grado máximo su gracia y su favor. Ha dado a los hombres el don de la Luz y la Majestad del cielo, y con él les ha concedido todos los tesoros celestiales. Por mucho que sea lo que nos ha prometido para la vida venidera, también en esta vida nos concede magníficos dones, y como objetos de su gracia, permitirá que gocemos de todo lo que ennoblezca, expanda y eleve nuestros caracteres. Es su propósito prepararnos para las cortes celestiales.MSV76 355.3

    Pero Satanás está contendiendo por las almas de los hombres... No quiere que tengan una vislumbre del futuro honor y de las glorias eternas preparadas para los que serán habitantes del cielo, ni que prueben la experiencia que les daría un anticipo de la felicidad del cielo...MSV76 355.4

    Los que aceptan a Cristo como su Salvador personal tienen la promesa de la vida presente y también de la venidera... El más humilde discípulo de Cristo puede llegar a ser un habitante del cielo, heredero de Dios, de una herencia incorruptible que jamás se marchitará. ¡Oh, que cada cual se decida a aceptar el don celestial, para que llegue a ser heredero de Dios, de esa herencia cuyo título está fuera del alcance de todo destructor, y que es un mundo sin fin! ¡Oh, no elijáis el mundo; elegid la herencia mejor! Apresuraos y esforzaos para alcanzar la meta que es el premio de vuestra elevada vocación en Cristo Jesús.39Fundamentals of Christian Education, 234, 235.MSV76 355.5

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