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27—En busca de los tesoros celestiales SE1 221

MATEO 6: 19-21 nos dice: «No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho destruyen, y donde ladrones entran y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho destruyen, y donde ladrones no entran ni hurtan, porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. SE1 221.1

Hermanos, este es un asunto de gran trascendencia para nosotros. ¿Quién es el que habla? Es Jesucristo. ¿Quién es él? El unigénito Hijo de Dios. ¿Quién es él? Es nuestro Salvador; aquel que dejó los atrios reales del cielo, dejó a un lado su elevada posición y revistió su divinidad con la humanidad. Él vino a nuestro mundo para que la humanidad [divinidad] pudiera tocar a la humanidad [sic], a fin de alcanzarnos con su brazo humano mientras su brazo divino se aferra del trono del Infinito. SE1 221.2

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Sermón presentado en una reunión campestre, Ashfield, Australia, el domingo 28 de octubre de 1894. Manuscrito 43a, 1894.