En 2 Timoteo 2: 11-14 leemos: «Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; si sufrimos, también reinaremos con él; si lo negamos, él también nos negará; si somos infieles, él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo. Recuérdales esto, exhortándolos delante del Señor a que no discutan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes”. SE1 70.1
¿Qué significa esto? Significa que podría haber disputas en cuanto a palabras e ideas, pero estas deberían servir para quebrantar la obstinación y la oposición que hay en los corazones humanos, para que sus espíritus sean enternecidos y subyugados. De ese modo cuando las semillas de la verdad sean sembradas en el terreno del corazón podrán echar raíces allí. No sabemos qué prosperará, si esto o aquello; Dios es el único que da el crecimiento. Por lo tanto, hemos de trabajar incluso cuando estemos desalentados. Pero necesitamos trabajar en Cristo. La vida debe estar escondida con Cristo en Dios. Y como la obra del pastor es cuidar el rebaño de Dios, hay advertencias que deben ser tomadas en cuenta: «Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra” (vers. 15). Esta es una gran tarea; es una gran responsabilidad. No es para procurar la alabanza de los hombres, no es para contemplar a algún ser mortal, sino que hemos de contemplar a Dios y fijar nuestra vista únicamente en su gloria. SE1 70.2
Si lo contemplamos, ciertamente el Señor nos ayudará. Nos dará su gracia que nos fortalecerá; nos dará fortaleza para salir llorando, si fuera necesario, a llevar la preciosa semilla, y sin duda regresaremos con regocijo, trayendo nuestras gavillas. Eso es lo que necesitamos. Necesitamos traer gavillas al Maestro. Necesitamos reconocer que somos misioneros, dondequiera que estemos, en el más elevado sentido de la palabra. Hay una gran obra delante de nosotros. Necesitamos agudeza mental, crecer en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, crecer a la estatura plena de hombres y mujeres en Cristo Jesús. SE1 70.3