No es porque la profecía tenga algún significado profundo, escondido, misterioso, que muchos no pueden entenderla. El apóstol Pedro dijo de ella: “Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”.302 Pedro 1:20, 21. Está claramente implícito en este lenguaje que lo que es esencial para comprender la profecía es la recepción de aquel espíritu que habló por medio de los profetas. De ese espíritu, prometido a todos los que lo buscan, está escrito: “Él os guiará a toda verdad”.31Juan 16:13. GMA 17.1