Desde la infancia hasta los doce años poco se registra acerca de Cristo el Salvador, excepto su aumento de sabiduría y estatura, y su sumisión devota a sus padres. Pero a la edad de doce, habiendo acompañado a José y María en su viaje a Jerusalén para asistir a la fiesta anual, allí asombró a los sacerdotes con el conocimiento que mostró en sus preguntas, y las respuestas que dio a los problemas difíciles de ellos. Desde ese tiempo hasta que empezó sus labores públicas, honró la humilde ocupación de un carpintero al trabajar con José, el esposo de María. GMA 43.1