Mientras Juan administraba el rito del bautismo, vio a Jesús que venía a él para ser bautizado, “y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo… También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios”.8Juan 1:29-34. GMA 43.3