Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Efesios 4:13. ELC 187.1
Al avanzar paso a paso por el sendero de la obediencia, veremos cuán cierta es la promesa de que los que prosiguen en conocer a Jehová conocerán que como el alba está dispuesta su salida. Una luz más clara está lista para brillar sobre todos los que siguen al que es la luz del mundo. Todo el que tome sobre sí el yugo de Cristo, con la plena determinación de obedecer la palabra de Dios, tendrá una experiencia saludable, simétrica. Gozará de las bendiciones que le vendrán como resultado de haber escondido su vida con Cristo en Dios. En su vida de negocios llevará a cabo los principios expuestos por Cristo en el Sermón del Monte. Renunciará a la bolsa de pesas engañosas y al fraude en el trato comercial... Se siente parte de la firma celestial y siente que es su deber traficar con los talentos que Dios le dio. Se da cuenta que ha sido adoptado en la familia de Dios y que debe comportarse para con todos así como Cristo se comportó cuando estaba en la tierra. ELC 187.2
¡Qué obra diligente y constante es la de un verdadero cristiano! ... Posee una genuina modestia y no habla de sus cualidades y realizaciones. La autoadmiración no es su parte de experiencia. Hay mucho que aprender en cuanto a lo que abarca el verdadero carácter cristiano. No es ciertamente autoensalzamiento ... La gloria y majestad de Dios debería llenar siempre nuestras almas de un santo respeto, humillándonos en el polvo delante de él. Su humillación, su amplia y profunda compasión, su ternura y amor nos son dados para fortalecer nuestra confianza y quitar el temor que lleva a la esclavitud... Cristo irá a morar con cada alma que diga de corazón: Ven. Ama a todo el que tiene el deseo de seguirlo.—The Review and Herald, 23 de octubre de 1900. ELC 187.3