Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y de los que en la tierra, y de los que debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, a la gloria de Dios Padre. Filipenses 2:10, 11. FV 358.1
“En presencia de los habitantes de la tierra y del cielo reunidos, se efectúa la coronación final del Hijo de Dios. Y entonces, revestido de la suprema majestad y poder, el Rey de reyes falla el juicio contra los rebeldes de su gobierno, y ejecuta contra los que han transgredido su ley y oprimido a su pueblo. FV 358.2
“Apenas se abren los registros, y la mirada de Jesús se dirige hacia los impíos, ‘éstos se vuelven conscientes de todos los pecados que han cometido. FV 358.3
“Por encima del trono se destaca la cruz; y como en vista panorámica aparecen las escenas de la tentación, la caída de Adán y las fases sucesivas del gran plan de redención. FV 358.4
“Todos los impíos del mundo están de pie ante el tribunal de Dios, acusados de alta traición contra el gobierno del cielo. No hay quien sostenga la causa de ellos; no tienen disculpa; y se pronuncia contra ellos la sentencia de la muerte eterna. FV 358.5
“Es entonces evidente para todos que el salario del pecado no es la noble independencia y la vida eterna, sino la esclavitud, la ruina y la muerte. FV 358.6
“Satanás parece paralizado al contemplar la gloria y majestad de Cristo. El, todo un serafín resplandeciente al principio, ‘hijo de la aurora,’ ¡cuán cambiado se ve, y cuán degradado! ... FV 358.7
“Satanás ve que su rebelión voluntaria le ha inutilizado para el cielo.”—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 724-728. FV 358.8