Se me ha mostrado que la obra médica misionera descubrirá, en las mismas profundidades de la degradación, a personas que una vez poseyeron mente ilustre y cualidades elevadas, quienes serán rescatados de su condición caída por medio de la labor adecuada. Es la verdad tal como se revela en Jesús la que debe presentarse a la mente humana después que se haya atendido compasivamente a las personas y se hayan suplido sus necesidades físicas. El Espíritu Santo obra y coopera con los agentes humanos que trabajan por tales almas, y algunos apreciarán un fundamento establecido sobre una roca para su fe religiosa. MM 320.3
No se debe comunicar en forma alarmante ninguna doctrina extraña a estas personas a quienes Dios ama y de quienes se compadece; pero a medida que reciben ayuda física de parte de los obreros médicos misioneros, el Espíritu Santo coopera con el ministro de los agentes humanos para reavivar las facultades morales. Las facultades mentales se ponen en actividad, y muchas de estas pobres almas serán salvadas en el reino de Dios.—Special Testimonies for Ministers and Workers 11:32. MM 321.1