Le escribo esto, mi apreciado hermano, con la esperanza de ayudarle. Usted se encuentra en un estado mental alterado, y se siente tentado a efectuar una obra extraña que Dios no le ha encargado. Ninguno de nosotros debe trabajar solo; tenemos que unirnos con nuestros hermanos y laborar juntos, porque así Dios nos proporcionará influencia y control sobre nosotros mismos. Debemos acercarnos a Dios para que él se aproxime a nosotros. MM 59.2
Nadie puede alcanzar la plenitud en Cristo si, teniendo los medios para obtener una experiencia más profunda en las cosas de Dios, deja de comprender que cada rayo de luz celestial, cada partícula de bendición, se le da para que las comparta con todos los que ingresan en la esfera de su influencia. Si nos estamos preparando para vivir en el cielo, cada día nos aproximamos más a nuestro Redentor. Tenemos que representar a Cristo en cada fase de nuestro carácter. MM 59.3
¿Cuál es la prueba bíblica del carácter? “El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él”. Nadie necesita perecer en la ceguera espiritual. Se ha dado un claro “así dice el Señor” para que sirva de guía a todos.—Carta 40, 1903. MM 60.1