Quisiera decir a todos los estudiantes que procuran una educación médica: Mirad más allá del presente. Apartaos de las cosas transitorias de esta vida, de las ambiciones y complacencias egoístas. ¿Con qué propósito estáis procurando educaros? ¿No es para poder aliviar a la humanidad doliente? A medida que el verdadero conocimiento amplía la mente, el corazón se conmueve al comprender la bondad, la compasión y el amor de Dios. El alma se llena del ferviente anhelo de explicar a otros cómo pueden cooperar con el Gran Maestro. Haréis mucho por vosotros mismos mientras impartáis el conocimiento que recibís. Así adquiriréis más conocimiento para impartirlo y aumentará vuestra capacidad de trabajar para Dios. MM 92.4
Hay quienes os sugerirán que a fin de tener éxito en vuestra profesión debéis ser políticos; que a veces debéis apartaros de la estricta rectitud. Estas tentaciones hallan fácil acogida en el corazón del hombre; pero digo lo que sé. No seáis engañados ni seducidos. No os miméis. No abráis una puerta por donde el enemigo pueda entrar a posesionarse del alma. Hay peligro en la primera y más ligera desviación de la más estricta rectitud. Sed fieles a vosotros mismos. En el temor de Dios, preservad la dignidad que él os ha dado. Hay gran necesidad de que cada obrero médico se mantenga aferrado al brazo del Poder infinito. MM 93.1