No es seguro ser cristianos ocasionales. Debemos ser siempre semejantes a Cristo en nuestras acciones. Entonces, por la gracia, estaremos seguros para esta vida y para la eternidad. El poder experimental de la gracia recibido en tiempos de prueba, es de más valor que el oro o la plata. Confirma la fe del que confía y cree. La seguridad de que Jesús es para él un auxiliador que está siempre presente, le da un vigor que le capacita para aceptar la Palabra de Dios al pie de la letra y confiar en él con fe inquebrantable aun en las circunstancias más penosas. MM 95.1
Nuestra única seguridad para no caer en el pecado consiste en mantenernos constantemente bajo la influencia del Espíritu Santo y al mismo tiempo participar activamente en la causa de la verdad y la justicia, desempeñando todo deber dado por Dios, pero sin asumir cargas que él no nos haya impuesto. Los médicos y estudiantes de medicina deben permanecer firmes bajo el estandarte del mensaje del tercer ángel, peleando la buena batalla de la fe, con perseverancia y éxito, no confiando en su propia sabiduría, sino en la de Dios, vistiéndose de la armadura celestial, el equipo de la Palabra de Dios, sin olvidar jamás que tienen un Jefe que nunca ha sido ni puede ser vencido por el mal. MM 95.2