Go to full page →

La vida es un cometido MJ 164

Es necesario que los jóvenes entiendan que ellos no tienen libertad de hacer lo que quieren con su vida. Ahora han recibido algo en custodia y en el futuro llegará el día en que tendrán que dar cuenta. Dios no los considerará libres de culpa si han tratado ligeramente sus preciosos dones; el Redentor del mundo ha pagado un precio infinito por ellos, y su vida y sus talentos le pertenecen; y serán finalmente juzgados de acuerdo con la fiel o infiel administración del capital que Dios ha confiado a su cuidado. Debería enseñárseles que, cuanto mayores son los medios y las oportunidades que se les dan, más pesadamente descansa sobre ellos la responsabilidad de la obra de Dios y más se requiere que hagan. Si de este modo se consigue que los jóvenes sientan su responsabilidad ante el Creador y la importancia del cometido que representa su propia vida, vacilarán en arrojarse a la vorágine de la disipación y el crimen que traga a tantos de los jóvenes promisorios de nuestra época.—The Review and Herald, 13 de diciembre de 1881. MJ 164.6