El tiempo dedicado al ejercicio físico no está perdido. El alumno que estudia constantemente sus libros, y hace poco ejercicio al aire libre, se perjudica a sí mismo. Un ejercicio equilibrado de los diversos órganos y las facultades del cuerpo es esencial para el mejor funcionamiento de tales órganos y facultades. Hay pérdida de fuerza física y mental cuando el cerebro está constantemente recargado mientras que los otros órganos quedan inactivos. Las facultades físicas quedan privadas de su tono sano, la mente pierde su frescura y vigor, y el resultado es una excitación mórbida. MJ 168.1
Con el fin de que los hombres y las mujeres tengan mentes bien equilibradas, todas las facultades del ser deben ser puestas en uso y desarrolladas. Hay en este mundo muchas personas más desarrolladas en un sentido que en otro, porque un conjunto de facultades ha sido cultivado, mientras que el otro se ha atrofiado por la inacción. La educación de muchos jóvenes fracasa porque estudian demasiado, mientras descuidan lo que pertenece a la vida práctica. Para que el equilibrio de la mente pueda conservarse, debe combinarse un juicioso sistema de trabajo físico con el trabajo mental, con el fin de que haya desarrollo armonioso de todas las facultades.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 281, 282. MJ 168.2