Cuando se levantan por la mañana, ¿sienten la impotencia y la necesidad de fuerza divina? ¿Y dan a conocer humildemente, de todo corazón, sus necesidades al Padre celestial? En tal caso, los ángeles notan esas oraciones, y si estas no han salido de labios fingidores, cuando estén en peligro de pecar inconscientemente y de ejercer una influencia que induciría a otros a hacer el mal, el ángel custodio estará al lado de ustedes para inducirlos a seguir una conducta mejor, escoger las palabras que han de pronunciar e influir en sus acciones.—Joyas de los Testimonios 1:347, 348. MJ 63.1