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Contemplar su gloria MJ 74

Cuando las tentaciones los asalten, como ciertamente ocurrirá; cuando la preocupación y la perplejidad los rodeen; cuando, desanimados y angustiados, estén a punto de entregarse a la desesperación; miren, oh miren hacia donde vieron con el ojo de la fe por última vez la luz, y la oscuridad que los rodea se disipará a causa del brillo de su gloria. MJ 74.5

Cuando el pecado luche por enseñorearse del ser y abrume la conciencia, cuando la incredulidad nuble la mente, acudan al Salvador. Su gracia es suficiente para dominar el pecado. Él nos perdonará y nos hará gozosos en Dios [...]. MJ 74.6

No hablemos más de nuestra falta de eficiencia y de poder. Olvidando las cosas que están atrás, avancemos por el camino que lleva al cielo. No descuidemos ninguna oportunidad que, aprovechada, nos haga más útiles en el servicio de Dios. Entonces correrá por nuestra vida la santidad, como hilos de oro, y los ángeles, al contemplar nuestra consagración, repetirán la promesa: “Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre”.1Isaías 13:12. Todo el cielo se regocija cuando los débiles y defectuosos seres humanos se entregan a Jesús para vivir su vida.—The Review and Herald, 1 de octubre de 1908. MJ 75.1