Otra causa de la deficiencia de la generación actual en lo que concierne a la fortaleza física y al poder moral, la constituyen los casamientos entre hombres y mujeres cuyas edades varían ampliamente [...]. Los hijos de estas uniones, cuando las edades difieren ampliamente, con frecuencia han tenido mentes desequilibradas. También su fuerza física ha sido deficiente. En semejantes familias se han manifestado rasgos de carácter alterados, peculiares y hasta penosos. [Los hijos] suelen morir prematuramente, y los que llegan a la madurez, en muchos casos son deficientes en su fuerza física, en su poder mental y en su dignidad moral [...]. Así es como se ha arrojado al mundo una clase de seres que han sido una carga para la sociedad. Sus padres eran responsables en gran medida por el carácter desarrollado por sus hijos, el que se transmite de generación en generación.—Mensajes Selectos 2:487, 488 (1865). 1MCP 147.1