Veo algunas cosas aquí en Suiza*Escrito mientras la autora visitaba Europa, 1885-1887 que creo que son dignas de imitar. Los maestros de las escuelas a menudo salen con sus alumnos mientras están jugando y les enseñan cómo recrearse, y están cerca para reprimir cualquier desorden o faltas. A veces sacan a sus alumnos y tienen una larga caminata con ellos. Me gusta esto; pienso que hay menos oportunidades para que los niños cedan a las tentaciones. Los maestros parecen participar de los deportes de los niños y regularlos. 1MCP 204.2
No puedo de ninguna manera aprobar la idea de que los niños deben sentir que están bajo una continua desconfianza y no pueden actuar como niños. Pero únanse los maestros en los entretenimientos de los niños, sean uno de ellos, y muestren que desean verlos felices, y eso les dará confianza a los niños. Pueden ser controlados por el amor, pero no se logrará si los siguen en sus comidas y en sus entretenimientos con una severidad agria e inflexible.—Testimonies for the Church 5:653 (1889). 1MCP 204.3