“La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?” Mateo 6:22, 23. 1MCP 320.4
Estas palabras tienen dos significados, uno literal y otro figurado. Están llenas de verdad con respecto al ojo corporal, con el cual vemos los objetos externos. Y también son ciertas con respecto al ojo espiritual, la conciencia, con la cual evaluamos el bien y el mal. Si el ojo del alma, la conciencia, es perfectamente saludable, el alma será bien enseñada. 1MCP 320.5
Pero cuando la conciencia es guiada por las percepciones humanas, que no están subyugadas ni suavizadas por la gracia de Cristo, la mente está enferma. Las cosas no se ven en su verdadera relación. La imaginación se sobreexcita, y el ojo de la mente ve las cosas bajo una luz distorsionada y falsa. 1MCP 321.1
Usted necesita una visión clara y llena de amor. Su conciencia ha sido violada, y se ha endurecido, pero si usted sigue una conducta correcta, recibirá una sensibilidad renovada.—Carta 45, 1904. 1MCP 321.2