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No hay virtud especial en confesarse ante un hombre 2MCP 417

Espero que nadie llegue a la conclusión de que se gana el favor de Dios mediante la confesión de los pecados, o que hay alguna virtud especial en confesarse ante otros seres humanos. Debe manifestarse en la experiencia esa fe que obra por el amor y purifica el alma. El amor de Cristo subyugará las inclinaciones carnales. La verdad no solo lleva en sí misma la evidencia de su origen celestial, sino que prueba que por medio de la gracia del Espíritu de Dios es eficaz para la purificación del alma. El Señor quiere que acudamos a él diariamente con todas nuestras dificultades y que le confesemos nuestros pecados, y nos dará descanso si llevamos su yugo y su carga. Su Santo Espíritu, mediante su influencia llena de gracia, invadirá el alma, y todo pensamiento será sometido a la obediencia de Cristo.—Testimonies for the Church 5:648 (1889). 2MCP 417.3