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El hombre no debe confesar sus pecados a otro hombre caído 2MCP 418

El hombre no se degrada cuando se inclina ante su Creador, confiesa sus pecados y suplica perdón por medio de los méritos de un Salvador crucificado y resucitado. Es noble que reconozcamos nuestros errores delante de Aquel a quien herimos mediante nuestra transgresión y rebelión. Esto nos eleva delante de los hombres y de los ángeles; porque “el que se humilla será enaltecido”. Mateo 23:12. 2MCP 418.1

Pero quien se arrodilla delante de un hombre caído y expone en confesión los pensamientos y las imaginaciones secretas del corazón, se deshonra a sí mismo al rebajar su humanidad y degradar toda noble tendencia del alma [...]. Esta degradante confesión de un hombre ante otro hombre caído es responsable de mucho de la creciente marea de mal que está contaminando el mundo y preparándolo para la destrucción final.—Testimonies for the Church 5:638, 639 (1889). 2MCP 418.2