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Timoteo VEUC 418

Recibió su instrucción en el hogar—El padre de Timoteo era griego y su madre judía. Desde la niñez había conocido las Escrituras. La piedad que vio en su vida de hogar era sana y cuerda. La fe de su madre y de su abuela en los oráculos sagrados, era para él un constante recuerdo de la bendición que acarrea el hacer la voluntad de Dios. La Palabra de Dios, era la regla por la cual esas dos piadosas mujeres habían guiado a Timoteo. El poder espiritual de las lecciones que había recibido de ellas, conservó puro su lenguaje y evitó que le contaminaran las malas influencias que le rodeaban. Así, las que le instruyeron en el hogar habían cooperado con Dios, en prepararlo para llevar responsabilidades. VEUC 418.3

Pablo vio a Timoteo fiel, firme y sincero, y le escogió como compañero de labor y de viaje. Las que habían enseñado a Timoteo en su infancia fueron recompensadas, viendo al hijo de su cuidado unido en estrecho compañerismo con el gran apóstol. Timoteo era sólo un joven cuando fue escogido por Dios como maestro; pero sus principios habían sido tan bien establecidos por su primera educación, que era digno del puesto de ayudante de Pablo. Y aunque joven, llevó sus responsabilidades con mansedumbre cristiana.—Los Hechos de los Apóstoles, 165, 166 (PP), 167, 168 (ACES). VEUC 418.4