Cristo hace a todos la siguiente invitación: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Mateo 11:28-30. Si todos están dispuestos a llevar el yugo de Cristo y si todos quieren aprender en su escuela las lecciones que él enseña, habrá medios suficientes para establecer en muchos lugares la obra médica de carácter misionero y evangélico. 2MS 205.2
Que nadie diga: “Entraré en esta obra si me pagan una suma específica. Y si no la recibo, no realizaré el trabajo”. Quienes hablan así demuestran que no llevan el yugo de Cristo; no están aprendiendo su humildad y mansedumbre... 2MS 205.3
Lo que aumenta nuestro valor ante la vista de Dios no es la cantidad de riquezas de este mundo que poseemos. El Señor acepta y honra a los que son humildes. Lea el capítulo 57 de Isaías. Estúdielo cuidadosamente, porque encierra un profundo significado para el pueblo de Dios. No realizaré aquí ningún comentario acerca de él.—Carta 145, 1904. 2MS 205.4