Se pierde de vista al antitipo
El Señor Jesús era el fundamento de todo el sistema judaico. Su imponente ritual fue ordenado divinamente. El propósito de él era enseñar a la gente que en el tiempo prefijado vendría Uno a quien señalaban esas ceremonias.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 17.CES 44.2
Al apartarse de Dios, los judíos perdieron en gran medida la visión de lo que enseñaba el servicio ritual. Ese ritual había sido instituido por Cristo mismo. En todas sus partes era un símbolo de él; y había sido llenado de vitalidad y belleza espiritual. Pero los judíos perdieron la vida espiritual de sus ceremonias y se aferraron a las formas muertas. Confiaban en los sacrificios y los ritos en sí mismos, en vez de confiar en aquel a quien éstos señalaban. Con el fin de suplir lo que habían perdido, los sacerdotes y rabinos multiplicaron los requerimientos de su invención; y cuanto más rígidos se volvían, tanto menos del amor de Dios se manifestaba.—El Deseado de Todas las Gentes, 21.CES 44.3