5. Los instrumentos
1. Los instrumentistas de la iglesia siempre deben ser estimulados a participar de los cultos de adoración, con instrumentos en vivo. Hablando del canto, Elena de White recomienda: “[...] Acompáñese entonces el canto con instrumentos musicales tocados con habilidad. No hemos de oponernos al empleo de instrumentos de música en nuestra obra”.—El Evangelismo, 370.
2. Debe haber mucho cuidado al utilizar instrumentos asociados con la música popular y folclórica, o que necesiten amplificación exagerada. Cuando son mal utilizados, hacen competencia al mensaje de la música y lo debilitan.
3. El uso de play-backs para Números especiales debe ser alternativo. Deben ser usados de manera equilibrada, siempre en apoyo al canto de la congregación.
4. Los instrumentos deben ocupar su papel de acompañamiento, dando prioridad al mensaje. “La voz humana que canta la música de Dios con un corazón lleno de gratitud y agradecimiento, es para él mucho más agradable que la melodía de todos los instrumentos musicales que han sido inventados por manos humanas”.—El Evangelismo, 369.
5. Debe tener prioridad—antes que las orquestas, las bandas y otros grupos—la presentación de música que esté dentro de las recomendaciones de la iglesia y que edifique a los oyentes.