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Consejos Sobre la Salud

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    La reforma pro salud y el sanatorio

    Entre los mayores peligros que amenazan a nuestras instituciones que se ocupan de la salud se encuentra la influencia de médicos, administradores y auxiliares que profesan creer en la verdad presente, pero que nunca se han decidido en favor de la reforma pro salud. Algunos no tienen cuidadosos escrúpulos concernientes a sus hábitos de comer, beber y vestirse. ¿Cómo podría el médico, o cualquier otra persona, presentar este tema en forma debida cuando él mismo se complace en el uso de cosas perjudiciales? La bendición de Dios descansará sobre todo esfuerzo realizado para despertar interés en la reforma pro salud, porque ésta se necesita en todas partes. Debe producirse un reavivamiento concerniente a este asunto, porque Dios se propone realizar mucho por medio de este instrumento.CSI 258.1

    La medicación por medio de drogas, en la forma como se la práctica actualmente, es una maldición. Hay que educar a la gente para que se aleje del empleo de drogas. Hay que usarlas cada vez menos y hay que confiar cada vez más en los recursos de la higiene; entonces la naturaleza responderá a la acción de los médicos de Dios: aire puro, agua pura, ejercicio adecuado y una conciencia limpia. Los que insisten en el uso de té, café y carne sentirán la necesidad de droga, pero muchos podrían recuperarse sin medicinas si obedecieran las leyes de la salud. Es necesario utilizar las drogas sólo infrecuentemente.CSI 258.2

    Si el corazón se purifica mediante la obediencia de la verdad, no habrá preferencias egoístas ni motivos corrompidos; no existirá parcialidad. El sentimentalismo amoroso enfermizo, cuya influencia marchitadora se ha sentido en todas nuestras instituciones, no se desarrollará. Debiera ejercerse una vigilancia estricta para que esta maldición no envenene ni corrompa nuestras instituciones que se ocupan de la salud.—Health, Philanthropic, and Medical Missionary Work, 42-43 (1890).CSI 258.3

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