La vida matrimonial es cada vez mejor
Hombres y mujeres pueden alcanzar el ideal que Dios les señala si aceptan la ayuda de Cristo. Lo que la humana sabiduría no puede lograr, la gracia de Dios lo hará en quienes se entregan a él con amor y confianza. Su providencia puede unir los corazones con lazos de origen celestial. El amor no será tan sólo un intercambio de palabras dulces y aduladoras. El telar del cielo teje con urdimbre y trama más finas, pero más firmes, que las de los telares de esta tierra. Su producto no es una tela endeble, sino un tejido capaz de resistir cualquier prueba, por dura que sea. El corazón quedará unido al corazón con los áureos lazos de un amor perdurable”.10.El Ministerio de Curación, 280.CJE 16.2
Amar como Cristo amó significa manifestar altruismo en toda ocasión y en todo lugar, mediante palabras amables y miradas placenteras. A los que las otorgan no les cuestan nada, en cambio dejan detrás una fragancia que envuelve el alma. Su efecto nunca puede ser debidamente estimado. No son solamente una bendición para quien las recibe, sino también para el dador, porque reaccionan sobre él mismo. El amor genuino es un precioso atributo de origen divino, que aumenta en fragancia en la medida en que se lo dispensa a otros.CJE 16.3
El amor de Cristo es profundo y ferviente, y fluye como un torrente incontenible a todos aquellos que lo aceptan. No hay egoísmo en su amor. En este amor nacido del cielo hay un principio que permanece en el corazón y que se dará a conocer, no solamente a aquellos a los cuales consideramos más queridos en la relación sagrada, sino a todos aquellos con los cuales entramos en contacto. Nos impulsará a expresarlo en pequeños actos de cortesía, a hacer concesiones, a realizar actos amables, a hablar palabras tiernas, veraces y animadoras. Nos impulsará a simpatizar con aquellos cuyos corazones sienten hambre de simpatía.11.The S.D.A. Bible Commentary 5:1140.CJE 17.1