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Mente, Cáracter y Personalidad 1

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    (b) Lo negativo

    (Palabras de limitación y advertencia)

    El matrimonio no fue designado para cubrir la sensualidad y las prácticas bajas—Dios nunca quiso que el matrimonio cubriera la multitud de pecados que se practican. La sensualidad y las prácticas bajas en la relación matrimonial están educando la mente y el gusto moral en prácticas desmoralizadoras fuera de la relación matrimonial.—The Review and Herald, 24 de mayo de 1887.1MCP89 228.4

    Los excesos sexuales ponen en peligro la salud y la vida—No es un amor puro y santo lo que induce a la esposa a satisfacer las propensiones animales de su esposo, a costa de su salud y de su vida... Tal vez sea necesario instarlo con humildad y afecto aun a riesgo de desagradarle, y hacerle comprender que no puede ella degradar su cuerpo cediendo a los excesos sexuales. Ella debe, con ternura y bondad, recordarle que Dios tiene los primeros y más altos derechos sobre todo su ser y que no puede despreciar esos derechos, porque tendrá que dar cuenta de ellos en el gran día de Dios.—Joyas de los Testimonios 1:267 (1870).1MCP89 229.1

    Los excesos sexuales destruirán ciertamente el amor por los ejercicios devocionales, privarán al cerebro de la substancia necesaria para nutrir el organismo y agotarán efectivamente la vitalidad.—Joyas de los Testimonios 1:269 (1870).1MCP89 229.2

    La perversión de una institución sagrada—Muchos piensan que porque han entrado en la relación matrimonial pueden permitirse ser controlados por las pasiones animales. Son conducidos por Satanás, quien los engaña y los guía a pervertir esta institución sagrada. Le deleita el bajo nivel que domina sus mentes, porque tiene mucho que ganar en esta dirección.1MCP89 229.3

    El sabe que si puede excitar las pasiones más bajas y mantenerlas en el poder, no tiene que preocuparse por su experiencia cristiana; pues las facultades morales e intelectuales estarán subordinadas, mientras las propensiones animales predominarán y mantendrán el poder; y estas pasiones bajas se fortalecerán con el ejercicio, mientras que las cualidades más nobles se debilitarán cada vez más.—Testimonies for the Church 2:480 (1870).1MCP89 229.4

    El abuso de los privilegios sexuales en el matrimonio—Las pasiones animales, acariciadas y complacidas, llegan a ser muy fuertes en esta época, y sus resultados seguros son innumerables males en la vida matrimonial. En lugar de desarrollarse la mente y ser el poder controlador, las propensiones animales gobiernan sobre las facultades más elevadas y nobles hasta que son llevadas a la sujeción de esas propensiones animales. ¿Cuál es el resultado? Los delicados órganos de las mujeres se desgastan y enferman; ya no es seguro tener hijos; se ha abusado de los privilegios sexuales.1MCP89 230.1

    Los hombres están corrompiendo sus propios cuerpos, y la esposa ha llegado a ser la esclava de la cama de los deseos bajos y desordenados hasta que no hay más temor de Dios ante sus ojos. Complacer los impulsos que degradan tanto el cuerpo como el alma es la tónica de su vida matrimonial.—Manuscrito 14, 1888.1MCP89 230.2

    Influencias prenatales—Satanás procura rebajar la mente de los que se unen en matrimonio para estampar su propia odiosa imagen sobre sus hijos...1MCP89 230.3

    El pueden modelar la posteridad de ellos mucho más fácilmente de lo que pueden hacerlo los padres, porque pueden controlar de tal manera la mente de los padres que por medio de ellos puede dar el sello de su propio carácter a sus niños. De este modo muchos niños nacen bajo el influjo de las pasiones animales, mientras sus facultades morales sólo se desarrollan débilmente. Estos niños necesitan la más cuidadosa enseñanza para extraer, fortalecer y desarrollar las facultades morales e intelectuales a fin de que éstas puedan tomar el dominio.—Testimonies for the Church 2:480 (1870).1MCP89 230.4

    El proceso de degradación—La mente de un hombre o de una mujer no descienden en un momento de la pureza y la santidad a la depravación, la corrupción y el crimen. Lleva tiempo transformar lo humano a lo divino o degradar a los que fueron formados a la imagen de Dios a lo brutal o satánico.1MCP89 230.5

    Por la contemplación somos transformados. Aunque formados a la imagen de su Hacedor, el hombre puede educar su mente de modo que el pecado que una vez detestaba llegue a ser placentero para él. Cuando cesa de velar y orar, deja de cuidar la ciudadela, el corazón, y se entrega al pecado y el crimen. La mente se rebaja, y es imposible elevarla de la corrupción mientras recibe la educación que esclaviza las facultades morales e intelectuales y las pone bajo la sujeción de las pasiones más groseras.1MCP89 231.1

    Debe librarse una lucha constante contra la mente carnal; y debemos ser auxiliados por la refinadora influencia de la gracia de Dios, que atraerá la mente hacia arriba y la acostumbrará a meditar sobre cosas puras y santas.—Testimonies for the Church 2:478, 479 (1870).1MCP89 231.2

    Consejos a las mujeres—Con corazón angustiado escribo que en esta época las mujeres, casadas y solteras, con demasiada frecuencia no observan la reserva necesaria. Coqueteando, estimulan las atenciones de hombres solteros y casados y los que son moralmente débiles quedan seducidos.1MCP89 231.3

    Al tolerar estas cosas, se amortiguan los sentidos morales y se ciega el entendimiento de manera que el delito no parece pecaminoso. Se despiertan pensamientos que no se habrían despertado si la mujer hubiese conservado su lugar con toda modestia y seriedad. Puede ser que no tuvo ella misma propósito o motivo ilícito, pero estimuló a hombres que son tentados, y que necesitan toda la ayuda que puedan obtener de quienes los traten.1MCP89 231.4

    Si ellas se hubiesen mantenido circunspectas y reservadas y si, en vez de permitirse libertades y recibir atenciones injustificables, hubiesen mantenido un alto tono moral y una dignidad apropiada, podría haberse evitado mucho mal.—El hogar adventista, 300, 301 (1894).1MCP89 231.5

    Las mujeres como tentadoras—¿No habrán de vigilarse estrictamente a sí mismas las mujeres que profesan la verdad, a fin de no estimular la menor familiaridad injustificable? Pueden cerrar muchas puertas de tentación si observan en toda ocasión una reserva estricta y una conducta apropiada.—Joyas de los Testimonios 2:243 (1889).1MCP89 231.6

    Con mucha frecuencia son las mujeres las que tientan. Con un motivo u otro, requieren la atención de los hombres, casados o solteros, y los llevan adelante hasta que transgreden la ley de Dios, hasta que su utilidad queda arruinada y sus almas están en peligro.—Joyas de los Testimonios 2:237, 238 (1889).1MCP89 232.1

    Un pastor que simpatiza—Sean hombres de Dios, estén del lado ganador. El conocimiento está al alcance de todos los que lo desean. Dios quiere que la mente llegue a ser fuerte, que el pensamiento sea más profundo, más pleno y más claro. Caminen con Dios como lo hizo Enoc; hagan de Dios su consejero y no podrán sino mejorar...1MCP89 232.2

    Hay muchos hombres que pretenden guardar los mandamientos de Dios, que visitarán al rebaño de Dios bajo su cargo y conducirán las almas incautas en una corriente de pensamiento que resultará en vergonzosas libertades y familiaridades...1MCP89 232.3

    El [el ministro] comenzará, cuando visita a las familias, a preguntar secretos de su vida casada. ¿Son felices con sus esposos? ¿Sienten que se las aprecia? ¿Hay armonía en su vida matrimonial? De esta manera la mujer, sin sospechar, es conducida, por medio de esas preguntas engañosas, a abrir su vida privada, sus chascos, sus pequeñas pruebas y quejas, a un extraño como lo hacen los católicos con sus sacerdotes.1MCP89 232.4

    Luego este pastor que simpatiza agrega un capítulo de su propia experiencia; que su esposa no es la mujer de su elección; que no hay afinidad real entre ellos. El no ama a su mujer. Ella no satisface sus expectativas. Así, se quiebra la barrera, y las mujeres son seducidas. Ellas creen que su vida es un gran desengaño, y que este pastor tiene una gran simpatía por su rebaño. Se estimula el sentimentalismo enfermizo, y se daña la pureza de la mente y el alma, si esta clase de trabajo no termina en el quebrantamiento del séptimo mandamiento.1MCP89 232.5

    Los pensamientos contaminados que se albergan llegan a ser un hábito, y el alma es manchada y herida. Haga un acto malo y se produce una mancha que nadie puede quitar sino la sangre de Cristo; y si no se aparta del hábito con firme resolución, el alma se corrompe y las corrientes que fluyen de esta fuente contaminada corromperá a otros. Su influencia es una maldición. Dios ciertamente destruirá a todos los que continúan con esta obra...1MCP89 233.1

    Debemos ser elevados, ennoblecidos y santificados. Podemos obtener fortaleza para vencer en Jesús; pero cuando al carácter le falta pureza, cuando el pecado ha llegado a ser una parte del carácter, tiene un poder hechizador que es igual al embriagador vaso de licor. El poder del dominio propio y de la razón es superado por las prácticas que manchan el ser entero; y si estas prácticas pecaminosas se continúan, el cerebro se debilita, se enferma y pierde su equilibrio.—Carta 26d, 1887.1MCP89 233.2

    Hombres, mujeres y jóvenes están envueltos en la depravación moral—Diariamente aumentan los peligros morales a los que todos, ancianos y jóvenes, están expuestos. El desvarío moral, que llamamos depravación, encuentra amplio espacio para actuar, y los hombres, las mujeres y los jóvenes que profesan ser cristianos ejercen una influencia que es baja, sensual, diabólica.—Carta 26d, 1877.1MCP89 233.3

    Satanás está haciendo esfuerzos soberanos para envolver personas casadas, niños y jóvenes, en prácticas impuras. Sus tentaciones hallan aceptación en muchos corazones porque no han sido elevados, purificados, refinados y ennoblecidos por la sagrada verdad que ellos profesan creer. No pocos han sido bajos y viles en pensamiento, y triviales en la manera de hablar y de conducirse, de modo que cuando vienen las tentaciones de Satanás no tienen poder moral para resistirlas y caen como fácil presa...—En Lugares Celestiales, 201 (1887).1MCP89 233.4

    Pasos hacia abajo—Las continuas tentaciones de Satanás están diseñadas para debilitar el gobierno del hombre sobre su propio corazón, para minar su poder de dominio propio. Conduce al hombre a romper los lazos que lo conectan con una unión santa y feliz con su Hacedor.1MCP89 234.1

    Entonces, cuando está desconectado de Dios, la pasión obtiene el control sobre la razón, y el impulso sobre los principios, y llega a ser pecaminoso en pensamiento y actos, se pervierte su juicio, su razón parece estar debilitada, y necesita volver a ser él mismo para regresar a Dios por medio de una visión correcta de sí mismo a la luz de la palabra de Dios.—Carta 24, 1890.1MCP89 234.2

    Eviten leer, ver y escuchar la impureza—Los que no quieran ser víctimas de las trampas de Satanás, deben guardar bien las avenidas del alma; deben evitar el leer, mirar u oír lo que podría sugerir pensamientos impuros. No se debe permitir que la mente se espacie al azar en cualquier tema que sugiera el enemigo de nuestras almas. Hay que vigilar fielmente el corazón, o los males de afuera despertarán los males de adentro, y el alma vagará en tinieblas.—Los Hechos de los Apóstoles, 427 (1911).1MCP89 234.3

    Usted ha de llegar a ser un fiel centinela de sus oídos, sus ojos, y todos sus sentidos si desea controlar su mente e impedir que pensamientos vanos y corruptos manchen su alma. Sólo el poder de la gracia puede realizar esta obra tan deseable.—Testimonies for the Church 2:561 (1870).1MCP89 234.4

    Novelas lujuriosas y pornografía—Las figuras impuras tienen una influencia corruptora. Muchos leen ansiosamente las novelas y, como resultado, su imaginación se contamina.1MCP89 234.5

    En los transportes públicos se hacen circular fotografías de mujeres desnudas para la venta. Estas fotografías odiosas también se encuentran en los estudios fotográficos y se cuelgan en las paredes de los que venden grabados. Esta es una época en que la corrupción prolifera por doquiera.1MCP89 234.6

    La concupiscencia de los ojos y las pasiones corrompidas se despiertan por la contemplación y la lectura... La mente se complace en contemplar escenas que despiertan las pasiones más viles y bajas. Estas viles imágenes, vistas por una imaginación contaminada, corrompen la moral y preparan a los seres engañados y apasionados a dar rienda suelta a sus pasiones lujuriosas. Luego siguen pecados y crímenes que arrastran a los seres formados a la imagen de Dios a un nivel semejante al de las bestias, hundiéndolos finalmente en la perdición. Evite leer y mirar cosas que sugieran pensamientos impuros. Cultiven las facultades intelectuales y morales.—Testimonies for the Church 2:410 (1870).1MCP89 235.1

    La mente es el factor determinante—Dijo Pablo: “Con la mente sirvo a la ley de Dios”. Romanos 7:25. Núblese esta mente por medio de la satisfacción de los apetitos y de las pasiones animales, y las facultades morales se debilitarán de tal modo que lo sagrado y lo común se pondrán al mismo nivel.—Carta 2, 1873.1MCP89 235.2

    La masturbación.1Nota: La autora trata este tema extensamente en Joyas de los testimonios 1:253-260, Testimonies 2:480-482, y en el folleto agotado An Appeal to Mothers [Una súplica a las madres] (1864). Véase La conducción del niño, Sección XVI, “Preservación de la integridad moral”, p. 410-441, para tener un panorama completo del tema extraído de fuentes publicadas e inéditas.—Los compiladores.—Jóvenes y niños de ambos sexos participan de la contaminación moral, y practican el asqueroso vicio solitario destructor de cuerpo y alma.1MCP89 235.3

    Muchos de los que profesan ser cristianos están tan atontados por la misma práctica que sus sensibilidades morales no pueden ser despertadas para comprender que es pecado, y que si persisten en ello terminarán de seguro por destruir completamente el cuerpo y la mente. ¡El hombre, el ser más noble de la tierra, formado a la imagen de Dios, se transforma en una bestia, se embrutece y corrompe!1MCP89 235.4

    Cada cristiano tendrá que aprender a refrenar sus pasiones y a guiarse por los buenos principios. A menos que lo haga, es indigno del nombre de cristiano.1MCP89 236.1

    Algunos que ostensiblemente profesan el cristianismo no comprenden el pecado del abuso propio y sus resultados inevitables. Un hábito inveterado ha cegado su entendimiento. No se dan cuenta del carácter excesivamente pecaminoso de este pecado degradante que enerva y destruye su fuerza nerviosa y cerebral.1MCP89 236.2

    Los principios morales se debilitan excesivamente cuando están en conflicto con un hábito inveterado. Los solemnes mensajes del cielo no pueden impresionar con fuerza el corazón que no está fortificado contra la práctica de este vicio degradante. Los nervios sensibles del cerebro han perdido su tonicidad por la excitación mórbida destinada a satisfacer un deseo antinatural de complacencia sensual. Los nervios del cerebro que relacionan todo el organismo entre sí son el único medio por el cual el cielo puede comunicarse con el hombre, y afectan su vida más íntima.1MCP89 236.3

    Cualquier cosa que perturbe la circulación de las corrientes eléctricas del sistema nervioso, disminuye la fuerza de las potencias vitales, y como resultado se atenúa la sensibilidad de la mente.—Joyas de los Testimonios 1:253, 254 (1870).1MCP89 236.4

    Algunos niños comienzan a practicar la contaminación propia en su infancia; y al aumentar en años las pasiones lujuriosas crecen con su crecimiento y se fortalecen con su fuerza. Sus mentes no están tranquilas. Las señoritas desean la compañía de los varones, y los varones la de las niñas. Su comportamiento no es reservado ni modesto. Son atrevidos y audaces y se toman libertades indecentes. El hábito del abuso propio ha rebajado sus mentes y ha manchado sus almas.—Testimonies for the Church 2:481 (1870).1MCP89 236.5

    La actividad sexual antes del casamiento (consejo a un joven adventista del séptimo día)—Pocas tentaciones son más peligrosas o más fatales para los jóvenes que la tentación a la sensualidad, y ninguna será, si se cede a ella, más decididamente ruinosa para el alma y el cuerpo por el tiempo y la eternidad...1MCP89 236.6

    Me fue mostrado cuando tú estabas en compañía de ella en horas de la noche; tú sabes mejor de qué manera pasaban esas horas. Tú me llamaste para preguntarme si habías quebrantado los mandamientos de Dios. Te pregunto: ¿No los has quebrantado?1MCP89 237.1

    ¿Cómo han usado sus horas juntos noche tras noche? ¿Fueron tus actitudes, tus posiciones, tus afectos, tales que desearías que fueran registrados todos en los libros del cielo? Yo vi y oí cosas que harían sonrojar a los ángeles...Ningún joven debería hacer lo que tú hiciste con ella, a menos que estés casado con ella; y me sorprendió que no percibieras el asunto más claramente.1MCP89 237.2

    Te escribo ahora para rogarte por amor a tu alma que no te entretengas más con la tentación. Haz una obra rápida en quebrar este hechizo que como una terrible pesadilla ha estado sobre ti. Libérate ahora y para siempre, si tienes algún deseo del favor de Dios...1MCP89 237.3

    Has pasado horas de la noche en compañía de ella porque ambos estaban apasionados. En el nombre del Señor, termina tus atenciones a ella o cásate con ella... Sería mejor que te casaras con ella que estar en su compañía y conducirte como sólo un hombre y su esposa deberían hacerlo cuando están juntos...1MCP89 237.4

    Si durante tu vida deseas gozar de la compañía de ella como parece que ahora la estás gozando, fascinado con ella, ¿por qué no dar un paso más allá de los que ya has dado, y te haces su legítimo protector y tienes el derecho indiscutido de dedicar las horas que desees en su compañía? Los actos y las conversaciones de ustedes ofenden a Dios.—Carta 3, 1879.1MCP89 237.5

    La homosexualidad, el pecado específico de Sodoma—No ignoramos la caída de Sodoma debido a la corrupción de sus habitantes. Aquí el profeta ha especificado los males particulares que llevaron a la inmoralidad. Ahora vemos que existen en el mundo los mismos pecados que hubo en Sodoma, y que trajo sobre ella la ira de Dios, incluso su completa destrucción.—The Health Reformer, julio de 1873; Comentario Bíblico Adventista 4:1183.1MCP89 237.6

    Los pecados de los antediluvianos y los de Sodoma están aumentando—Por doquiera vemos náufragos de la humanidad, el culto familiar descuidado, hogares quebrantados. Hay un extraño abandono de los principios buenos, un rebajamiento de la norma de la moralidad; están aumentando rápidamente los pecados que atrajeron los juicios de Dios sobre la tierra en ocasión del diluvio y destrucción de Sodoma por el fuego.—Joyas de los Testimonios 2:242, 243 (1889).1MCP89 238.1

    Invaden la iglesia hoy—La impureza está hoy muy difundida, aun entre los profesos seguidores de Cristo. La pasión está desenfrenada; las propensiones animales están ganando fuerza por la complacencia, mientras los poderes morales se debilitan continuamente...1MCP89 238.2

    Existen hoy los pecados que destruyeron a los antediluvianos y las ciudades de la llanura, no meramente en los países paganos, no sólo entre los que profesan el cristianismo popular, sino aun entre algunos que profesan esperar la venida del Hijo del hombre. Si Dios presentara estos pecados delante de ustedes como aparecen ante su vista, se llenarían de vergüenza y terror.—Testimonies for the Church 5:218 (1882).1MCP89 238.3

    Cerrar los ojos a la luz—La satisfacción de las pasiones más bajas inducirá a muchos a cerrar los ojos a la luz, porque temen ver pecados que no están dispuestos a abandonar. Todos pueden ver si lo desean. Si prefieren las tinieblas a la luz, su criminalidad no disminuirá por ello.1MCP89 238.4

    ¿Por qué no leen los hombres y mujeres y se instruyen en estas cosas que tan decididamente afectan su fuerza física, intelectual y moral? Dios os ha dado un tabernáculo que cuidar y conservar en la mejor condición para su servicio y gloria. Vuestros cuerpos no os pertenecen.—Joyas de los Testimonios 1:259 (1885).1MCP89 238.5

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