La familia en la tierra es un símbolo de la familia del cielo
El amor en el seno de la familia—Si en el seno de nuestras familias conserváramos tierno el corazón; si se manifestara una noble y generosa deferencia por los gustos y las opiniones de cada cual; si la esposa buscara oportunidades de expresar su amor por su esposo mediante actos corteses; y el marido manifestara la misma amable consideración hacia su esposa, los hijos participarían del mismo espíritu. Esta influencia impregnaría todo el hogar, y ¡cuánta miseria evitarían las familias! Los hombres no andarían recorriendo hogares para encontrar felicidad, y las mujeres no desfallecerían por falta de amor, ni perderían el ánimo ni la dignidad para convertirse en inválidas de por vida. Se nos ha concedido solo una existencia, y mediante cuidados, trabajo y dominio propio se la puede hacer soportable, placentera y hasta feliz.—Cada Día con Dios, 333 (1872).HD 187.2
La bondad hace el hogar placentero—Los padres pueden alentar los esfuerzos de sus hijos al hablarles con ternura y alabarlos cuando tratan de hacer lo correcto. Esto rodeará a la familia con un círculo encantador, que quitará cualquier sombra de oscuridad y traerá una luz de alegría sobre ella. La ternura y la paciencia mutuamente brindadas harán del hogar un paraíso y atraerán los santos ángeles al círculo del hogar. Pero estos se apartarán de una casa en la que se escuchan palabras desagradables, luchas e irritación. La ira, las quejas y la falta de bondad, apartan a Jesús de esa morada.—The Signs of the Times, 17 de abril de 1884.HD 187.3