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Fe y Obras

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    La serpiente de bronce

    He aquí otro caso que Cristo presentó ante Nicodemo -la serpiente que fue levantada en el desierto- y declaró: “Así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado”. Juan 3:14. Y si fuere levantado, atraería hacia El a todos los hombres, “para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Vers. 15. Ahora, tan sólo miren a esa serpiente de bronce. Los hijos de Israel no se habían percatado de que Dios los había estado cuidando por medio de sus ángeles, enviados para ayudarlos y protegerlos. El pueblo no había sido diezmado por las serpientes en sus largos viajes por el desierto. Fue un pueblo ingrato.FO 68.4

    También lo somos nosotros. No nos damos cuenta de los miles de peligros de los cuales nos ha guardado nuestro Padre celestial. No percibimos la gran bendición que El derrama sobre nosotros al darnos alimento y ropa, y al preservar nuestras vidas enviando a los ángeles guardianes para que nos cuiden. Cada día deberíamos agradecer por esto. Nuestros corazones deberían vibrar de agradecimiento, y deberíamos acudir a Dios todos los días con una ofrenda de gratitud. Deberíamos reunirnos cada día en torno del altar de familia y alabar al Señor por su cuidado sobre nosotros. Los hijos de Israel habían perdido de vista que Dios los estaba protegiendo de los animales ponzoñosos. Pero cuando El retiró su mano protectora, el aguijón se abatió sobre ellos.FO 69.1

    ¿Entonces qué? Pues, Cristo mismo le dijo a Moisés que erigiera un asta e hiciese una serpiente de bronce, la colocara en esa asta y la levantase a la vista de los israelitas, para que todo el que la mirara, pudiese vivir. No tenían un gran trabajo que hacer. Tenían que mirar, porque Dios lo dijo.FO 69.2

    Ahora bien, supongamos que ellos se hubieran detenido a razonarlo, diciendo: “¡Qué, no puede ser que por mirar a esa serpiente de bronce seremos curados! ¡No hay vida en ella!” Pero la mirada de fe sí los curó, exactamente como Dios les había dicho que sucedería. Los que miraron, vivieron. Los que se detuvieron a argumentar y a explicarlo, murieron.FO 69.3

    ¿Qué hemos de hacer nosotros? Mirar y vivir. “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado”. Juan 3:14. ¿La razón? Que todo aquel que lo mire, “no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16.FO 70.1

    ¿Qué clase de fe es ésa? ¿Es simplemente creer, o es una fe de aceptación? Aquí hay muchos que tienen esa clase de fe. Tu crees que Jesús era el Hijo de Dios; pero ¿tienes una fe personal respecto a tu propia salvación? ¿Crees que Jesús es tu Salvador, que El murió en la cruz del Calvario para redimirte, que te ha ofrecido el don de la vida eterna si crees en El?FO 70.2

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