Sección 7—Ejemplos de oradores efectivos
Capítulo 61—Hombres y mujeres de la Biblia
Enoc
Conversaba sobre temas celestiales—El caso de Enoc está delante de nosotros. Durante cientos de años caminó con Dios. Vivió en una época corrupta, cuando la contaminación moral abundaba a todo su alrededor; pero disciplinó su mente en la devoción, y para amar la pureza. Su conversación era sobre cosas celestiales. Encauzó su mente en esta dirección, y llevaba la estampa de lo divino. Su semblante estaba iluminado con la luz que brilla en el rostro de Jesús.—Testimonies for the Church 2:122.VEUC 389.1
Predicaba la justicia—Al serle presentadas las escenas del futuro, Enoc se hizo predicador de la justicia, para dar el mensaje de Dios a todos los que quisieran oír las palabras de amonestación. En la tierra donde Caín había tratado de huir de la presencia divina, el profeta de Dios dio a conocer las maravillosas escenas que habían pasado ante su visión. “He aquí”—declaraba—“el Señor es venido con sus santos millares, a hacer juicio contra todos, y a convencer a todos los impíos de entre ellos, tocante a todas sus obras de impiedad”.VEUC 389.2
El poder de Dios que obraba con su siervo, era sentido por aquellos que oían. Algunos prestaban oído a la amonestación y dejaban sus pecados; pero las multitudes se burlaban del solemne mensaje. Los siervos de Dios han de proclamar un mensaje similar al mundo en los últimos días, y también será recibido por la mayoría con incredulidad y burla.VEUC 390.1
A medida que transcurría año tras año, más y más caudalosa se volvía la corriente de la culpabilidad humana, más y más sombríos eran los nubarrones del juicio divino que se amontonaban. Sin embargo, Enoc, el testigo de la fe, proseguía su camino, amonestando, intercediendo y enseñando, esforzándose por rechazar el flujo de culpabilidad, y detener los rayos de la venganza.—Obreros Evangélicos, 53, 54.VEUC 390.2
Condenaba el pecado—Enoc condenaba intrépidamente el pecado. Mientras predicaba el amor de Dios en Cristo a la gente de aquel entonces, y les rogaba que abandonaran sus malos caminos, reprobaba la prevaleciente iniquidad, y amonestaba a los hombres de su generación, manifestándoles que vendría el juicio sobre los transgresores. El Espíritu de Cristo habló por medio de Enoc, y se manifestaba no sólo en expresiones de amor, compasión y súplica; pues, los santos hombres no hablan sólo palabras halagadoras. Dios pone en el corazón y en los labios de sus mensajeros, las verdades que han de expresar a la gente, verdades agudas y cortantes como una espada de dos filos.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 74.VEUC 390.3
Los frutos de su mensaje—Después de proclamar su mensaje, siempre llevaba de vuelta consigo hasta su lugar de retiro, a los que habían recibido la amonestación. Algunos de ellos llegaron a ser vencedores, y murieron antes de que viniera el diluvio. Pero muchos habían vivido durante tanto tiempo rodeados por la corruptora influencia del pecado, que no podían soportar la rectitud.—Comentario Bíblico Adventista 1:1102.VEUC 391.1