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Testimonios para la Iglesia, Tomo 2

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    Una conducta mezquina

    Querido Hno. H,

    He estado esperando la oportunidad de escribirle, pero algo me lo ha impedido. Después de mi última visión sentí que era mi deber presentarle con premura lo que el Señor había tenido a bien presentarme. Se me señaló el pasado y se me mostró que por años, aun antes de su casamiento, se había manifestado en usted la tendencia a aprovecharse de los demás en sus transacciones comerciales. Usted poseía un amor a las ganancias, una tendencia a la mezquindad perjudicial para su progreso espiritual, y que en buena medida menoscabó su influencia. La familia de su padre consideraba estos asuntos desde el punto de vista del mundo, y no con respecto a la elevada norma mencionada por nuestro divino Señor, es a saber: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente... Amarás a tu prójimo como a ti mismo” Mateo 22:37-39. En esto ha fallado usted. Cuando somos mezquinos e injustos con el prójimo, desagradamos a Dios. No pasará por alto esta clase de errores y pecados si no hacemos una confesión cabal de ellos y los abandonamos completamente.2TPI 138.1

    Se me mostró el pasado y pude ver cuán livianamente consideraba usted estos asuntos. El Señor destacó ante mí una operación consistente en llevar al mercado un cargamento de animales de calidad inferior, tan inferior realmente que no valía la pena conservarlos, y precisamente por eso usted los destinó a ser alimento de la gente, y los llevó al mercado para que fueran vendidos a fin de ser comidos por los seres humanos. Parte de uno de esos estuvo sobre nuestra mesa por un poco de tiempo para servir de alimento a nuestra numerosa familia en los días de nuestra pobreza. Usted no era el único culpable. Algunos otros miembros de su familia eran tan culpables como usted. No tiene importancia que hayan sido vendidos para que los comiéramos nosotros o los mundanos. Es la violación del principio que está en juego lo que desagrada a Dios. Usted transgredió su mandamiento; no amó a su prójimo como a sí mismo; porque no le habría gustado que le hicieran lo mismo a usted. Lo habría considerado un insulto. Esta actitud avara lo indujo a apartarse de los principios cristianos, y a descender a un nivel comercial que le permite obtener beneficios en desmedro de los demás.2TPI 139.1

    Cuando se me presentó el tema del consumo de carne hace cinco años, y pude ver cuán poco sabe la gente acerca de lo que está comiendo cuando consume la carne, se me mostró también esta operación comercial suya. El resultado de consumir la carne de esos animales en mal estado de salud es sangre enfermiza, enfermedad y fiebre. Se me mostraron muchos casos semejantes producidos cada día entre los mundanos. Usted, mi querido hermano, no ha visto este error suyo como el Señor lo ve. Nunca creyó que estaba cometiendo un gran pecado. Muchas cosas semejantes han ocurrido en su vida, y usted va a descubrir que han sido fielmente escritas por el ángel anotador, y con las cuales tendrá que encontrarse de nuevo en el futuro, a menos que enderece lo torcido mediante el arrepentimiento y la confesión.2TPI 139.2

    Se me ordenó que esperara y viera. Se me indicó que hablara claramente, le diera principios generales y lo dejara para que usted mismo los aplicara. Se me mostró que Dios no señala frecuentemente los errores cometidos por su pueblo; en cambio, le permite escuchar principios generales, verdades definidas y al punto, para que todos sus miembros se convenzan y vean, sientan y entiendan si están o no condenados. Usted no ha actuado estricta y fielmente con su propia alma. El ángel dijo: “Lo voy a probar; me voy a oponer a él hasta que reconozca la mano de Dios en su trato con él.”2TPI 139.3

    Vi que mientras usted estaba en _____ las personas relacionadas con su familia no obraron correctamente. Usted manifestó una actitud mezquina, muy cercana a la estafa y la deshonestidad. Usted no podría haber ejercido la más mínima influencia en favor del bien en ese lugar hasta redimir el pasado mediante un total cambio de conducta en su trato con sus semejantes. Su luz era tinieblas para la gente, y su influencia, mientras estuvo allí fue sumamente perjudicial para la causa de la verdad presente. Arrojó baldón sobre la verdad, y su mezquindad influyó para que su nombre fuera objeto de burla entre la gente. Con frecuencia descendió a niveles inferiores a los de los mundanos, con respecto a las transacciones comerciales honorables. El pastor I no pudo hacer nada en _____. Sus palabras son como agua derramada sobre la tierra porque estaba relacionado con usted y participó de sus operaciones mezquinas. En muchos sentidos parecía mundano en sus transacciones comerciales. Era mezquino y rápidamente se volvió egoísta. Su conducta, en muchas cosas, estaba calculada como para destruir su influencia, y estaba dejando de ser un ministro de Cristo. Me dijo el ángel, en la visión que tuve en Róchester, Nueva York, en 1866: “Mi mano causará adversidad. Podrá reunir, pero yo voy a derramar hasta que redima el pasado y haga una obra limpia para la eternidad”. Ningún verdadero cristiano debería condescender con el espíritu inferior y mercantil de los mundanos.2TPI 140.1

    Usted no es miserable; le gusta ser generoso, franco, de corazón y manos abiertos; lo que anda mal en usted es la actitud mencionada en esta carta, es a saber, no amar a su prójimo como a sí mismo; es el no ver sus errores ni corregirlos cuando la luz, definida y eficaz, le ha dicho con toda claridad cuál es su deber. Le gusta la hospitalidad, y Dios no permitirá que usted sea engañado por el gran seductor de la humanidad; por lo contrario, él vendrá directamente a usted para mostrarle dónde se ha equivocado con el fin de que retome sus pasos. Lo invita ahora a redimir el pasado, y a ascender a un nivel de acción más elevado, de modo que el registro de su vida no contenga manchas de avaricia ni de un egoísta amor a las ganancias.2TPI 140.2

    Su juicio con respecto a las cosas mundanales se convertirá en insensatez a menos que consagre todo a Dios. Ni usted ni su esposa son devotos. La espiritualidad de ustedes no es lo que el Señor quisiera que fuera. Parecería que una parálisis ha hecho presa de ustedes; no obstante, los dos son capaces de ejercer una poderosa influencia en favor de Dios y su verdad, si adornan su profesión de fe mediante vidas bien ordenadas y una piadosa conversación. Frecuentemente usted se apresura mucho, y como consecuencia de eso se vuelve regañón e impaciente, y da órdenes a sus ayudantes con mucha nerviosidad. Esto impide su progreso espiritual.2TPI 141.1

    El tiempo es corto, y no tiene tiempo que perder para hacer la necesaria preparación del corazón con el fin de trabajar fervorosa y fielmente por su propia alma, y por la salvación de sus amigos y vecinos, y de todos los que están al alcance de su influencia. Trate de vivir siempre en la luz para que esta influencia pueda ser santificadora sobre los que se relacionan con usted, ya sea en el campo de los negocios o en las actividades comunes de la vida. En Jesús hay plenitud. Puede recibir fuerzas de él que podrían calificarlo para andar como él anduvo; pero no debe separar sus afectos de él. Requiere la plenitud del hombre: alma, cuerpo y espíritu. Cuando usted hace todo lo que está de su parte para hacer lo que él pide, obrará en su favor, para bendecirlo y fortalecerlo con la riqueza de su gracia. 2TPI 141.2

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