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El Evangelismo

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    El aspirantazgo

    Obreros jóvenes que salen al campo—Hay jóvenes concienzudos que se están preparando para salir al campo, para fortalecer los puestos de avanzada. Si andan humildemente con Dios el hablará con ellos y los instruirá. A ellos quiero decirles: Trabajad en el lugar donde os encontráis, haced lo que podáis para compartir la verdad que os es tan preciosa. Mantened la sencillez, y cuando haya puestos vacantes que llenar escucharéis las palabras: Amigo, ven más arriba. Podéis resistiros a avanzar, pero hacedlo con vuestra confianza puesta en Dios, e introducid en su obra una experiencia fresca y honrada y un corazón lleno de fe que obra por amor y que purifica el alma. Cuando sintáis sed del agua de vida, pedidla a Cristo, y él os dará a beber abundantemente del agua de vida. Será para vosotros una fuente de la que brota la vida eterna.—Carta 9, 1899.Ev 494.4

    Mucho depende de un comienzo correcto—La utilidad de los hombres jóvenes que sienten que son llamados por Dios a predicar, depende mucho de la forma en que empiezan sus labores. Los que son escogidos por Dios para la obra del ministerio darán pruebas de su alta vocación, y por todos los medios de que dispongan se esforzarán para desarrollarse como obreros capaces.—Los Hechos de los Apóstoles, 284, 285 (1911).Ev 495.1

    Comenzad a trabajar en compañía de ministros de más edad—Mientras adquieren preparación para el ministerio, los jóvenes deben estar asociados con predicadores de más edad. Aquellos que han adquirido experiencia en el servicio activo han de llevar consigo a los jóvenes e inexpertos al campo de la mies, para enseñarles a trabajar con éxito por la conversión de las almas. Bondadosa y afectuosamente estos obreros mayores deben ayudar a los jóvenes a prepararse para la obra a la cual el Señor los llamó. Y los jóvenes a su vez deben respetar el consejo de sus instructores, honrar su devoción y recordar que sus años de labor les han dado sabiduría...Ev 495.2

    Sean educadores los obreros de más edad, y manténganse bajo la disciplina de Dios. Consideren los jóvenes como privilegio el estudiar bajo la dirección de esos obreros, y lleven toda carga que su juventud y experiencia les permitan llevar. Así educaba Elías a los jóvenes de Israel en las escuelas de los profetas; y los jóvenes han de recibir hoy una educación similar. No es posible hacer recomendaciones en detalle en cuanto a la parte que los jóvenes deben desempeñar; pero deben ser instruidos fielmente por los obreros de más edad, y enseñados a mirar a Aquel que es el autor y consumador de nuestra fe.—Obreros Evangélicos, 106, 107 (1915).Ev 495.3

    Hay que trabajar con obreros experimentados pero no hay que copiarlos—Los obreros sin experiencia no debieran ser enviados a trabajar solos. Debieran ser puestos junto a obreros de más edad y experiencia, donde puedan educarse. Pero ellos debieran decirles: “No debéis copiar mis gestos ni el tono de mi voz, a tal punto que nadie pueda distinguir si el que está hablando soy yo o es Ud. Ud. debe tomar su propia armadura y debe tener su propio carácter santificado por Dios. Ud. no debe adoptar mi modalidad, ni mis gestos, ni mi tono de voz, ni mis expresiones, ni mis palabras”.Ev 495.4

    Creo que esto me ha sido mostrado unas veinte veces durante mi vida, y he tratado de comunicarlo a los hermanos, pero el mal no ha sido remediado. Cuando uno de estos obreros que no tiene experiencia en la obra es puesto a vuestro lado no debe pensar en todo tal como vosotros, ni considerar las cosas como vosotros lo hacéis; a tal punto que si vosotros abandonáis la verdad él se vea obligado a decir: “Yo también la abandonaré”. Ayúdeseles a obtener una simetría de carácter del Dios del cielo; no es que ellos deben tener vuestras ideas y vosotros debéis ejercer una influencia moderadora en ellos; sino que debéis llevarlos directamente a la Biblia como su norma. La importancia de estas cosas me ha sido mostrada tantas veces que siento una carga en este sentido.—Manuscrito 19b, 1890.Ev 496.1

    No hay que reprimir ni desanimar a los nuevos obreros—Dios nunca se propuso que el juicio y los planes de una sola persona fuesen considerados como supremos. El dice: Sois obreros juntamente con Dios. No se dedique ninguna persona a reprimir ni a desanimar. No procure colocar su armadura sobre su hermano, porque él no la ha probado... Y los pastores nunca debieran copiar los gestos, los hábitos, las actitudes, las expresiones ni los tonos de voz de ningún hombre. No deben convertirse en la sombra de nadie, en pensamiento, en sentimiento, en planificación ni en la ejecución del gran todo. Si Dios os ha hecho pastores del rebaño también os ha dado las calificaciones necesarias para llevar a cabo esa obra.—Manuscrito 104, 1898.Ev 496.2

    Jóvenes llamados a servir en las líneas de avanzada—Los hombres de cabellos canos debieran andar con cautela, y debieran dar a los jóvenes que tratan de desarrollarse toda oportunidad posible para ir al frente. Los obreros de más edad no debieran considerar que es una deshonra para ellos permitir que vayan al frente los jóvenes que deben usar sus capacidades y deben cumplir sus responsabilidades individuales y llegar a ser hombres dignos de confianza. Los que tienen más edad debieran estimular a los jóvenes para que desarrollen sus talentos.Ev 496.3

    Necesitamos hombres que se encarguen de la obra con toda responsabilidad. Los jóvenes deben recibir oportunidades para desarrollarse.—Carta 97, 1896.Ev 496.4

    Deben recibir reconocimiento—El condescendió a llevar a sus discípulos ante las multitudes para darles reputación para que muchos reconociesen en su trabajo que habían trabajado como Cristo lo hizo. Las obras de misericordia realizadas por nuestro Señor iban a abrir las puertas para sus discípulos.—Carta 252, 1906.Ev 496.5

    Los obreros jóvenes en la escuela de la disciplina—Tratemos con respeto a los miembros jóvenes de la familia del Señor. Los jóvenes que acaban de entrar en el ministerio pueden cometer muchos errores, pero los ministros de más edad no están libres de hacer errores a pesar de los años que han estado trabajando. Dios mismo tomará en sus manos a esos obreros jóvenes, algunas veces permitirá que sean afligidos y que sufran a causa de sus errores, pero nunca los olvidará. Les da oportunidad para que se conviertan en miembros de la familia real, en hijos del Bey celestial.—Manuscrito 127, 1902.Ev 497.1

    Obreros jóvenes llamados al campo de la siega—El Señor llama a obreros jóvenes para que entren en el campo de la siega y trabajen diligentemente en la cosecha. Les pide que trabajen para él, no en las iglesias que ya están establecidas, sino que los insta a relacionarse con obreros experimentados que trabajan en el gran campo de la siega. Salgan los jóvenes hábiles y comercien con sus talentos. Y cuando salgan encomiéndeselos a la dirección del Señor...Ev 497.2

    Esta es la obra que los jóvenes debieran ser animados a realizar, y no se los debiera instar a que hablen a los auditorios que no necesitan su trabajo inmaduro, que están bien al tanto de este hecho y que no sienten la atracción del Espíritu. El Señor no ha dado a los jóvenes el trabajo entre las iglesias. Su primer deber consiste en aprender lecciones de los diversos métodos de trabajo del gran Maestro...Ev 497.3

    ¿Qué dijo Cristo a sus discípulos? “Si alguno me sirve, sígame”. Juan 12:26. Esta es la regla que se ha dado en la Palabra de Dios. Descubran los obreros al estudiar la vida de Cristo la manera como él vivió y trabajó. Esfuércense cada día por vivir la vida de Cristo procurando conocer el camino del Señor.—Manuscrito 75, 1900.Ev 497.4

    Al cabo de doce meses de prueba—El Señor dará tacto, habilidad y comprensión a los que llama a la obra del ministerio. Si un hombre después de trabajar doce meses en la obra evangélica no ha producido ningún fruto por sus esfuerzos, si la gente por quien ha trabajado no ha recibido beneficio, si no ha elevado el estandarte en nuevos lugares y si no hay almas convertidas por su obra, ese hombre debiera humillar su corazón delante del Señor y debiera tratar de comprender si no ha errado su vocación. Los sueldos pagados por la asociación debieran darse a los que producen fruto con su trabajo. Será fructífera la obra del que reconoce a Dios como la fuente de su poder, del que tiene un concepto genuino del valor de las almas, cuyo corazón está lleno con el amor de Cristo.—Manuscrito 26, 1905.Ev 497.5

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