Capítulo 21—Elena G. de White informa acerca del congreso de Mineápolis
Una declaración que presenta el fondo histórico
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“Hemos viajado por todos los diferentes lugares de reuniones para que yo pudiera acompañar y estar junto con los mensajeros de Dios que yo sabía que eran sus mensajeros, y que sabía que tenían un mensaje para su pueblo. Di mi mensaje con ellos en armonía con el mismo mensaje que ellos presentaban. ¿Qué fue lo que vimos?3MS 181.5
“Vimos un poder que acompañaba al mensaje. En cada caso trabajamos—y algunos saben cuán esforzadamente lo hicimos—a fin de que pudiéramos comunicar estas ideas a las mentes de los hermanos. Pienso que fue toda una semana en Chicago, desde la mañana hasta la tarde.3MS 181.6
“El diablo ha estado trabajando durante un año para tergiversar las ideas: la totalidad de ellas. Y se requiere arduo trabajo para cambiar viejas opiniones. Ellos piensan que deben confiar en su propia justicia y en sus propias obras, y continuar mirándose a sí mismos, y no apropiándose de la justicia de Cristo, y adquiriéndola en la vida de ellos y en su carácter. Trabajamos allí por una semana... Trabajamos una semana antes de que se produjera un cambio, y el poder de Dios, como una ola poderosa, envolvió a la congregación. Les digo: fue con el propósito de dar libertad a los hombres, fue para señalarles al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.3MS 182.1
“Y allí, en South Lancaster, la obra poderosa del Espíritu de Dios estaba presente. Hay aquí algunos que estuvieron en esa reunión. Dios reveló su gloria, y todos los alumnos del colegio hicieron sus confesiones; la obra del Espíritu de Dios era visible.3MS 182.2
“Y así ocurrió de lugar en lugar. Dondequiera que fuimos, vimos moverse al Espíritu de Dios.3MS 182.3
“¿Creen Uds. que como los diez leprosos yo debiera guardar silencio, y no elevar mi voz para cantar la justicia de Dios y alabarlo y glorificarlo? Yo trato de presentar el asunto a Uds., para que vean la evidencia que yo he visto, pero parece que las palabras caen en el vacío; ¿y por cuánto tiempo seguirá esto así? ¿Por cuánto tiempo el pueblo que está en el corazón de la obra resistirá a Dios? ¿Por cuánto tiempo los hombres aquí los sostendrán en la realización de este trabajo? Retiraos de aquí, hermanos. Quitad las manos del arca de Dios, y dejad que el Espíritu de Dios venga y trabaje en forma poderosa”.—Manuscrito 9, 1890.3MS 182.4
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“Al recapacitar en nuestra historia pasada, habiendo recorrido cada paso de su progreso hasta nuestra situación actual, puedo decir: ¡Alabemos a Dios! Mientras contemplo lo que Dios ha hecho, me siento llena de asombro y confianza en Cristo como nuestro líder. No tenemos nada que temer por el futuro, excepto que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido.3MS 183.5
“Somos ahora un pueblo fuerte, si queremos poner nuestra confianza en el Señor; porque estamos manejando las grandiosas verdades de la Palabra de Dios. Tenemos todas las razones para estar agradecidos”.—The General Conference Bulletin, 24; Testimonios para los Ministros, 31; Notas Biográficas de Elena G. de White, 216.3MS 183.6
De nuevo ella escribió en 1907: “La iglesia debe intensificar su actividad y extender sus términos... Si bien es cierto que hubo fieras disputas en el esfuerzo realizado para conservar nuestro carácter distintivo, como cristianos bíblicos siempre hemos estado ganando terreno”.—Carta 170, 1907; Mensajes Selectos 2:457-458.3MS 184.1
Con estos antecedentes introducimos el capítulo histórico que constituye esta sección.—Los compiladores.3MS 184.2