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El Ministerio de Publicaciones

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    Capítulo 17—Establecimiento de casas editoras en nuevos lugares

    Casas editoras en muchos lugares en todo el mundo—El Señor ha indicado que sus recursos debieran distribuirse proporcionalmente para que no sólo las ciudades norteamericanas, sino también de todo el mundo puedan recibir el mensaje de amonestación. Si se hubieran construído plantas impresoras en muchos lugares, si se hubiera trabajado en las ciudades en la forma como se había propuesto, miles de hombres y mujeres se habrían convertido a la verdad.—Carta 126, 1903.MPu 204.1

    Las casas editoras como puestos de avanzada—El Señor nos ha indicado repetidamente que debemos trabajar en las ciudades desde puestos de avanzada ubicados fuera de ellas. En esas ciudades debemos tener casas de culto, como monumentos de Dios, pero las instituciones destinadas a la publicación de la verdad, a la curación de los enfermos y a la preparación de los obreros deben establecerse fuera de las ciudades. Es especialmente importante que nuestra juventud sea protegida de las tentaciones de la vida en la ciudad.MPu 204.2

    En armonía con estas instrucciones se han comprado y se han vuelto a dedicar salones de reuniones en Wáshington y en Nashville, mientras las casas editoras y los sanatorios se han establecido fuera de los centros congestionados de las ciudades, como puestos de avanzada. Este es el plan que se ha seguido al trasladar al campo otras casas editoras y sanatorios, y este mismo procedimiento se está siguiendo en Inglaterra en lo que concierne a la casa editora de Londres y también al colegio que hay allí*Fue trasladada 15 kilómetros de Londres a Stanborough Park, Watford, Hertfordwhire, Inglaterra, en 1906.. Ahora se nos proporciona la oportunidad de aprovechar las providencias de Dios al ayudar a nuestros hermanos en éstos y en muchos otros centros importantes a establecer la obra sobre una base firme, a fin de que avance sólidamente.—Mensajes Selectos 2:411.MPu 204.3

    No debe haber firmas comerciales grandes en las ciudades—Dios ha advertido una vez tras otra que nuestras escuelas, casas editoras y sanatorios deben establecerse fuera de la ciudad, donde pueda enseñarse a los jóvenes con la mayor eficacia posible qué es la verdad. Que nadie procure utilizar los Testimonios para respaldar el establecimiento de grandes intereses comerciales en las ciudades. No invalidéis la luz que ha sido dada acerca de este asunto.MPu 205.1

    Se presentarán hombres que hablarán cosas perversas para contrarrestar las acciones que el Señor está induciendo a sus siervos a realizar. Pero ya es tiempo de que los hombres y las mujeres razonen partiendo de las causas para llegar a los efectos. Es demasiado tarde, sí, demasiado tarde para establecer grandes firmas comerciales en las ciudades; es demasiado tarde para llamar a hombres y mujeres jóvenes del campo para que vayan a las ciudades. En las ciudades están surgiendo condiciones que harán muy difícil que los que pertenecen a nuestra fe permanezcan en ellas. Por lo tanto será un gran error invertir dinero en establecimientos comerciales en las ciudades. Mensajes Selectos 2:409, 410.**Las escuelas de enseñanza básica adventistas y los edificios de iglesia deben estar situados por necesidad en las ciudades de acuerdo con el consejo dado.MPu 205.2

    Las plantas deben estar situadas cerca, pero fuera de las grandes ciudades—Los movimientos efectuados por muchas personas en Battle Creek para contrarrestar el esfuerzo realizado para transferir la casa editora a otro lugar, tal como el Señor lo ha indicado, revelará sus resultados. Se verá lo que significa trabajar contrariamente a los propósitos de Dios. Pero se me ha mostrado que los resultados de esta oposición no se conocerán plenamente hasta que los libros del cielo se abran y cada persona sea juzgada de acuerdo con las obras efectuadas.MPu 205.3

    Hemos visto repetidas veces el resultado de trabajar contra el plan de Dios. Hemos visto el grave error que significa que los hombres utilicen su influencia para descartar el consejo de Dios a fin de introducir ideas humanas. Se ha mantenido en Battle Creek a personas que hace mucho debieran haber salido a trabajar en el campo donde hay falta de obreros. “¿No juzgaré por estas cosas?”, dijo el Señor. La sabiduría humana ha destacado las ventajas de permanecer en Battle Creek, cuando el Señor había dicho: “Id y construid plantas en diversos lugares cerca de las ciudades, pero no dentro de ellas”.—Manuscrito 76, 1905.MPu 206.1

    No en una ciudad, sino en un distrito rural—Mientras nuestros hermanos buscan un lugar para establecer la casa publicadora Review and Herald, son fervientes en buscar al Señor. Han de moverse con gran precaución, vigilancia y oración, y con una sensación constante de su propia debilidad. No debemos depender del juicio humano. Debemos buscar la sabiduría que Dios da...MPu 206.2

    Con respecto al establecimiento de la institución en Nueva York, debo decir, tengan cuidado. No favorezco la idea de estar cerca de Nueva York. No puedo dar todas mis razones, pero estoy segura que cualquier lugar dentro de un radio de 45 kilómetros fuera de esa ciudad estaría demasiado cerca. Estudien los alrededores de otros lugares. Estoy segura que las ventajas de Wáshington D. C., debieran ser cuidadosamente investigadas.*En el año 1903 la Casa Editora Review and Herald se edificó en una propiedad situada cerca del límite norte del Distrito de Columbia, a unos siete u ocho kilómetros del Capitolio de los Estados Unidos. La ubicación era más rural que municipal y se adaptaba magníficamente a nuestra obra de publicaciones.MPu 206.3

    Los obreros conectados con la casa publicadora deben ser cuidadosamente protegidos. Nuestros jóvenes y señoritas no deben ser colocados donde exista el peligro de ser entrampados por Satanás.MPu 206.4

    No debemos establecer esta institución en una ciudad, ni en los suburbios de una ciudad. Debe establecerse en un distrito rural, donde pueda estar rodeada de terreno. En los arreglos hechos para su establecimiento debe considerarse el clima. La institución debe estar ubicada donde la atmósfera sea saludable. A este asunto debemos darle un importante lugar en nuestras consideraciones, pues cualquiera sea el lugar donde se establezca la oficina de publicaciones, también debe ser adecuado para un pequeño sanatorio o para establecer una pequeña escuela agrícola. Por lo tanto, debemos encontrar un lugar que tenga suficiente terreno para estos propósitos. No debemos establecernos en un centro congestionado...MPu 207.1

    Hermanos míos, iniciad la obra en forma inteligente. Cada punto sea considerado cuidadosamente y con oración. Después de mucha oración y frecuente consulta los unos con los otros, actuad de acuerdo con el mejor juicio de todos. Que cada obrero sostenga a los demás. No desmayéis ni os desaniméis. Mantened vuestras facultades perceptivas agudas y claras, aprendiendo constantemente de Cristo, el Maestro que no puede errar.—Notas Biográficas de Elena G. de White, 429, 430.MPu 207.2

    Los hogares y las instituciones deben estar en lugares rurales—He recibido luz especial con respecto al traslado de nuestras casas editoras, sanatorios y colegios fuera de las ciudades y a lugares que sean más favorables para la obra que realizan, donde las personas relacionadas con ellas no estén expuestas a todas las tentaciones de la vida de la ciudad. Especialmente nuestros colegios debieran situarse fuera de las ciudades. La ubicación de nuestras instituciones en las ciudades donde las tentaciones del enemigo abundan en todas partes, no contribuye al bienestar espiritual de los obreros.MPu 207.3

    La instrucción dada en relación con el traslado de la casa editora de Battle Creek a algún lugar rural cerca de la ciudad de Wáshington es clara e inequívoca, y espero fervientemente que esto se haga pronto.MPu 207.4

    También he recibido instrucciones según las cuales la Pacific Press debe salir de la ciudad de Oakland*El traslado a Mountain View, California, a unos sesenta kilómetros de San Francisco, se efectuó en 1904. Ver Seventh-day Adventist Encyclopedia, 1059. y reubicarse en otro lugar. La ciudad ha crecido con el paso de los años y ahora es necesario establecer la casa editora en un lugar más rural, donde se pueda conseguir terreno para las casas de los empleados. Los empleados de nuestra casa editora no debieran verse obligados a vivir en ciudades atestadas. Debieran tener oportunidad de adquirir casas sin necesidad de recibir sueldos elevados.—Fundamentals of Christian Education, 492.MPu 208.1

    Pensad antes de trasladaros a centros institucionales—Los que tienen necesidad de vivir cerca de nuestras instituciones deben tener cuidado con la forma como envían entusiastas informes acerca del lugar. En todas partes hay personas inquietas y descontentas, que anhelan ir a vivir a algún lugar en el que les parece que les irá mejor que donde viven. Piensan que si pueden conseguir trabajo en alguna de nuestras instituciones, tendrán más probabilidades de ganar suficiente para vivir.MPu 208.2

    Los que se sienten tentados a ubicarse cerca de nuestras instituciones deben comprender que lo que éstas necesitan son obreros entrenados, y que pesadas cargas afligen a todos los que están debidamente relacionados con la obra. Los que trabajan en nuestras instituciones tienen que ser productores tanto como consumidores. A los que desean cambiarse de ubicación y trasladarse cerca de una institución, quisiera decirles: ¿Cree usted que al establecerse cerca de una institución podrá ganar suficiente para vivir sin incertidumbre ni trabajo duro? ¿Ha pedido a Dios orientación acerca de este asunto? ¿Tiene usted evidencia de que su deseo de trasladarse a otro lugar está libre de motivos egoístas y será para honra de Dios?...MPu 208.3

    Los que tienen intención de trasladarse cerca de nuestra casa editora, sanatorio o colegio en Takoma Park, primero debieran pedir consejo y orientación.MPu 209.1

    A los que tienen sus ojos puestos en Mountain View como lugar favorable para vivir porque la Pacific Press se establecerá allí, quiero decirles: Mirad hacia otras partes del mundo que necesitan la luz que habéis recibido como legado. Recordad que Dios ha dado a cada persona su trabajo. Elegid alguna localidad en la que tendréis oportunidad de hacer brillar vuestra luz en medio de las tinieblas morales...MPu 209.2

    Que los que están pensando en establecerse en Mountain View recuerden que no es una elección sabia, a menos que se los llame a trabajar en la casa editora. El mundo es amplio y sus necesidades son grandes. Id y cread nuevos centros donde haya necesidad de luz. No os congreguéis en un solo lugar, cometiendo el mismo error en el que se ha incurrido en Battle Creek. Existen cientos de lugares que necesitan la luz que Dios ha dado.—Fundamentals of Christian Education, 493-495.MPu 209.3

    Principios normativos para las operaciones de construcción—Cuando se trazan planes para construir un edificio en un lugar, prestad cuidadosa consideración a otros lugares que también tienen la misma necesidad de dinero para la construcción de edificios indispensables. El tiempo es corto, y puesto que es necesario edificar, que esto se haga con la debida consideración de todos los sectores de la viña del Señor. Que la persona responsable de la construcción sea un hombre de mente sólida y santificada, y no alguien que en su ansiedad por levantar un edificio de hermosa arquitectura, acarree preocupaciones financieras a la obra por incurrrir en gastos adicionales innecesarios.MPu 209.4

    Dios no es autor de la confusión, sino del orden y el progreso. Que los que deseen hacer progresar su reino comprendan que despacio se va más lejos, y construyan con inteligencia. Que nadie se apresure guiado por la falsa suposición de que es necesario invertir recursos para efectuar una ostentosa exhibición Así dijo el Señor: “Los recursos financieros no deben gastarse en esa forma, porque se haría a expensas de las almas”.—Testimonies for the Church 7:284.MPu 209.5

    No debemos confiar en el reconocimiento del mundo ni en la distinción que nos pueda dar. No debemos tampoco tratar de rivalizar, en cuanto a dimensiones y esplendor, con las instituciones del mundo. No será erigiendo vastos edificios ni rivalizando con nuestros enemigos como obtendremos la victoria, sino cultivando un espíritu manso y humilde como el de Cristo. Más vale la cruz con esperanzas frustradas pero con la vida eterna al final, que vivir como príncipes y perder el cielo.MPu 210.1

    El Salvador de la humanidad nació de padres humildes, en un mundo impío maldito por el pecado. Creció en la oscura aldea de Nazareth, un pequeño pueblo de Galilea. Comenzó su obra sin tener ningún reconocimiento mundanal. Fue así como Dios introdujo el evangelio, en una forma totalmente diferente de lo que muchos consideran hoy sabio en la proclamación del mismo evangelio.MPu 210.2

    En el mismo principio de la dispensación evangélica enseñó a su iglesia a confiar, no en el rango y esplendor mundanal, sino en el poder de la fe y la obediencia. El favor de Dios es de mayor valor que el oro y la plata. El poder de su Espíritu es de inestimable valor.MPu 210.3

    Así dice el Señor: “Los edificios darán carácter a mi obra sólo cuando aquellos que los erigen siguen mis instrucciones con respecto al establecimiento de instituciones. Si aquellos que han manejado y sostenido la obra en el pasado hubieran sido controlados siempre por principios puros y altruistas, jamás se hubiera dado la egoísta reunión de una gran proporción de mis recursos en uno o dos lugares. Se habrían establecido instituciones en muchas localidades. Estas semillas de verdad, sembradas en muchos otros campos, habrían brotado y llevado frutos para mi gloria”.—Testimonies for the Church 7:100, 101.MPu 210.4

    Principios de justicia versus edificios imponentes—Los edificios grandiosos no pueden dar un carácter como el de Cristo a la obra, por muy imponentes que sean. La mantención de principios correctos, un carácter justo desarrollado por los que sirven a Cristo y una firme resistencia contra el mal, harán más para honrar a Dios que los edificios más hermosos.—Carta 4, 1896.MPu 210.5

    Acumulación de grandes edificios en unos pocos lugares—Los juicios de Dios ya han comenzado a caer sobre los habitantes del país. El puede tocar los edificios más grandes considerados a prueba de fuego, y en dos o tres horas reducirlos a un montón de cenizas.MPu 211.1

    Tenemos ante nosotros una gran obra, la obra final de proclamar el último mensaje de amonestación a un mundo pecador. ¿Pero qué hemos hecho en el mundo? Os ruego que consideréis los numerosos lugares a los que ni siquiera hemos entrado. Mirad los campos del sur con sus millones de habitantes. ¿Quién se interesa en su salvación? Mirad los grandiosos edificios que se han amontonado en unos pocos lugares. Contemplad la exhibición en Battle Creek y en otros pocos lugares de nuestra obra. Pensad en la cantidad de tiempo, esfuerzo y recursos invertidos para efectuar una grandiosa exhibición en unos pocos lugares. Mirad a nuestros hermanos y hermanas recorriendo repetidamente el mismo terreno, mientras a su alrededor existe un mundo descuidado que yace en la maldad y la corrupción, ¡un mundo que todavía no ha sido amonestado! Para mí éste es un cuadro terrible. ¡Qué indiferencia abrumadora manifestamos hacia las necesidades de un mundo que perece!—Manuscrito 96, 1902.MPu 211.2

    Plantas pequeñas en el sur y en otros lugares—No es el plan de Dios que nos concentremos en un solo lugar. Ya pasó el tiempo cuando la obra se aglutinaba y se confinaba a unos pocos lugares. Hay que establecer y reconocer pequeñas plantas impresoras en el sur del país y en otros lugares no designados aún.—Carta 328, 1907.MPu 211.3

    La obra de publicaciones en Nashville—La iniciación de la obra de publicaciones en Nashville se hizo en conformidad con el propósito de Dios. En este campo del sur existe la necesidad de una casa editora para efectuar la publicación de la verdad para este tiempo, y especialmente para imprimir material de lectura apropiado para las diferentes clases de personas de ese campo. Y no hay otra ciudad en el sur que se preste mejor para este fin que Nashville. El establecimiento de una casa editora es un paso dado hacia adelante. Si esta institución se administra en forma debida dará carácter a la obra en el sur, y para muchas personas será el medio de recibir el conocimiento de la verdad. La casa editora de Nashville todavía necesitará recibir ayuda por un tiempo, en forma de donaciones y ofrendas.MPu 211.4

    También se comenzó en Nashville la obra con un sanatorio...MPu 212.1

    La rueda de la providencia está girando lenta pero seguramente. No sabemos cuán pronto el Señor dirá: “Hecho es”. Su venida se acerca. Pronto habrán pasado para siempre nuestras oportunidades de trabajar. Se nos permitirá trabajar sólo durante poco tiempo más. Hermanos míos, ¿No os esforzaréis resueltamente para establecer monumentos conmemorativos de Dios en todos los Estados del sur? Hay que organizar iglesias; hay que edificar casas de culto; hay que crear pequeñas escuelas y sanatorios; y los intereses editoriales debieran fortalecerse.MPu 212.2

    Los ramos de la obra que deben establecerse en diferentes lugares del sur necesitarán hombres y mujeres preparados y de oración; hombres y mujeres que hagan avanzar la obra etapa por etapa, con firmeza e inteligencia; que se esfuercen, oren y trabajen con economía, como obreros designados por Dios. La situación pide esfuerzo personal, incansable y unido.MPu 212.3

    Poniendo un ladrillo sobre otro
    se construye la pared más alta;
    un copo sobre otro van formando
    los montones de nieve más grandes. Testimonies for the Church 7:233-235.
    MPu 212.4

    Un lugar de acceso para los de raza afroamericana—Como pueblo debiéramos interesarnos especialmente en la obra en Nashville. Esta ciudad es en este momento un punto de gran importancia en el campo del sur. Nuestros hermanos eligieron Nashville como centro de operaciones en el sur porque el Señor en su sabiduría los dirigió hacia ese lugar. Es un lugar favorable para comenzar. Nuestros obreros encontrarán más fácil trabajar en esta ciudad en favor de la raza de color que en muchas otras ciudades del sur. En esta ciudad los que no son de nuestra fe manifiestan mucho interés en la gente de color. En la ciudad y en sus alrededores funcionan grandes instituciones educacionales para gente de color. La influencia de estas instituciones ha preparado el camino para que nosotros convirtamos esta ciudad en el centro de nuestra obra.MPu 212.5

    La verdad debe penetrar en las instituciones educacionales de Nashville. En ellas hay quienes deben ser alcanzados por el mensaje del tercer ángel. Todo lo que se pueda hacer para interesar a profesores y alumnos en el mensaje de la verdad presente debe hacerse ahora; y debe efectuarse con sabiduría y comprensión. De los profesores con experiencia es posible aprender valiosas lecciones acerca de la mejor forma de ayudar a la gente de color.MPu 213.1

    También hay que llevar la verdad a las personas que han aportado sus recursos financieros y su influencia para beneficio de la raza negra. Han asumido una noble posición para la elevación de esta gente. Deben ver una ejemplificación de nuestra obra que les sirva de lección objetiva. Tenemos que hacer todo lo posible para remover el prejuicio que existe en sus mentes contra nuestra obra. Si el esfuerzo que efectuamos corresponde con la voluntad de Dios, muchos entre ellos se convencerán y convertirán. El Señor hace que la luz brille en el camino de los que están buscando la luz.—Testimonies for the Church 7:232, 233.MPu 213.2

    La luz debe brillar desde Nashville—La luz resplandecerá sobre los obreros en Nashville. La luz brillará desde este centro sobre el ministerio de la palabra, por medio de la publicación de libros grandes y pequeños. Hasta ahora apenas hemos tocado el campo del sur con la punta de los dedos. “La tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar”. Isaías 11:9. La misma voz que al comienzo dijo: “Sea la luz”, declara en los últimos días que el conocimiento de la Palabra de Dios no debe confinarse nada más que a unos pocos lugares.MPu 213.3

    Los obreros que tienen el espíritu misionero avanzarán como heraldos de la mañana. Cristo, Conquistador del cielo, está en medio de vosotros. Todos pueden aprender lecciones de las experiencias por las que estáis pasando en el sur. La verdad y la justicia viven y seguirán brillando en medio de la oscuridad de esta época degenerada.MPu 214.1

    Hermanos de Nashville, cuando se intente desviar vuestra mente de la obra que el Señor os ha designado, que vuestras voces se hagan oír con tono claro e inteligible. Decid con inequívoca determinación: “Yo hago una gran obra, y no puedo ir; porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros”. Nehemías 6:3. Nunca debéis ceder ante tal proposición, aunque estéis rodeados por quienes desean apagar la última chispa de vida que Dios está manteniendo encendida.MPu 214.2

    No debemos mantenernos esclavizados por ningún hombre o confederación de hombres. Necesitamos la dirección del Espíritu Santo. Ya hemos seguido durante bastante tiempo la sabiduría humana. Podemos evitar los resultados de seguir esta sabiduría si elegimos seguir al Señor precisamente ahora. Necesitamos una sabiduría mayor que la sabiduría humana para fortalecer las cosas que aún permanecen y que están a punto de morir.—Carta 208, 1902.MPu 214.3

    Publicaciones especiales para el sur—Hay que preparar publicaciones especiales para el campo del sur. La publicación de este material debe efectuarse en el sur con el fin de preparar el estilo de libros indispensables para este campo. Se está desarrollando el talento necesario, y éste continuará perfeccionándose, para llevar la verdad, con la ayuda de Dios, a personas que están a punto de morir.—Manuscrito 24, 1891.MPu 214.4

    Permitid que el sur disponga de sus propios libros publicados en su territorio. Libros seleccionados del Antiguo y el Nuevo Testamentos se pueden publicar por separado, con explicaciones sencillas, ilustraciones económicas. Además de estos libros, también pueden publicarse otras obras ilustradas apropiadas para niños escolares. Estos libros serán una gran ayuda en la obra que se realiza en el sur.—Carta 162, 1902.MPu 214.5

    Solicitad donaciones de personas adineradas—Nashville debe llegar a ser un centro de acción para la obra. Desde este lugar debe surgir una influencia que establecerá la obra a medida que el Señor prepare el cambio en otros lugares en el sur. Que los que trabajan en la causa de Dios presenten las necesidades de la obra en el sur a los hombres adinerados del mundo. Haced esto juiciosamente. Decidles lo que tratáis de hacer. Solicitad donaciones de ellos. Lo que poseen son los recursos de Dios; recursos que debieran usarse para iluminar el mundo.—Manuscrito 40, 1901.MPu 215.1

    Advertencia contra las deudas—Nuestro lema debiera ser una paciente persistencia en las buenas obras. Debemos desplegar un esfuerzo perseverante y avanzar paso a paso hasta que se corra la carrera y se gane la victoria.MPu 215.2

    Cuando la obra de las publicaciones comenzó en Nashville, los obreros se habían propuesto definidamente evitar las deudas, pero en sus esfuerzos desesperados por hacer ladrillos sin paja, nuestros hermanos se vieron inducidos a alejarse de este propósito, y como resultado, la obra se ha visto envuelta en dificultades. Pero los obreros de Dios no deben desanimarse a causa de esto. La obra no debe detenerse. Procuremos todos ahora evitar definidamente los errores cometidos en el pasado. Deben protegerse como con una cerca de alambre de púas contra la inclinación a endeudarse. Que digan firmemente: “De aquí en adelante no avanzaremos más rápido que lo que el Señor indique y que lo que los recursos disponibles permitan, aunque la obra necesaria tenga que esperar por un tiempo. Al comenzar la obra en nuevos lugares trabajaremos con limitaciones económicas antes de causar deudas a la obra de Dios”.—Testimonies for the Church 7:235, 236.MPu 215.3

    Nunca se debe amputar el miembro que se puede salvar*El domingo de mañana, 13 de octubre de 1902, varios dirigentes de iglesia se reunieron con Elena de White en su residencia de Elmshaven, California, con el fin de analizar el futuro de la incipiente planta impresora del sur. Después de estudiar los informes financieros y de escuchar las peticiones de los hermanos, la Sra. White concordó con A. G. Daniells que la Southern Publishing House “es mejor que se cierre”. Pero a la siguiente noche, el Señor le dio la visión de la sala de operaciones. Véase A. G. Daniells, The Abiding Gift of Prophecy, 322-329. Sin embargo, resulta evidente que Elena de White reconoció que algunos “miembros” podría ser necesario amputarlos aun después de haber hecho “todo lo posible” por salvarlos, porque en 1898 escribió: “Que Dios ayude a los administradores de nuestros colegios a no incurrir nunca en gastos que excedan a las entradas, aun cuando el colegio deba ser cerrado”. Consejos sobre Mayordomía Cristiana, 285.—Anoche me pareció que me encontraba en la sala de operaciones de un gran hospital al que llevaban a la gente y donde se preparaban los instrumentos necesarios para amputarles apresuradamente los miembros. Llegó uno que causaba la impresión de tener autoridad, quien preguntó a los cirujanos: “¿Es necesario traer a esta gente a esta sala?” Mirando misericordiosamente a las víctimas, dijo: “Nunca amputéis un miembro hasta que se haya hecho todo lo posible para restablecerlo”. Después de examinar los miembros que los cirujanos habían estado a punto de amputar, dijo: “Pueden ser salvados. Lo primero que se debe hacer es valerse de todos los medios aconsejables para restablecer estos miembros. Qué terrible error sería amputar un miembro que hubiera podido salvarse mediante un paciente cuidado. Habéis llegado a vuestras conclusiones con demasiado apresuramiento. Colocad a estos pacientes en los mejores cuartos del hospital y proporcionadles el mejor cuidado y tratamiento. Emplead todo recurso posible para evitar que vayan por la vida como inválidos, pudiendo ser útiles”.MPu 216.1

    Llevaron a los enfermos a un lugar agradable donde fieles auxiliares cuidaron de ellos bajo la dirección del que había hablado; y no fue necesario sacrificar ningún miembro.—Carta 162, 1902.MPu 216.2

    La obra de las publicaciones en México—Me alegra oír que el Hno. Jones*Se refiere a C.H. Jones, gerente de la Pacific Press durante casi cincuenta años. habla de México. Estoy segura que Dios tiene una obra que se debe hacer en ese campo. Puede resultar difícil comprobar que se está haciendo progreso, pero al sembrar con fe la semilla de la verdad, se obtendrá una cosecha. Está dentro de los planes de Dios que la obra comience en México. Que esta obra progrese. El Señor desea que su pueblo avance hacia nuevos campos... Cuando se abren puertas frente a nosotros, Dios quiere que entremos de inmediato. Estad preparados para aprovechar la oportunidad.—Manuscrito 81, 1901.MPu 216.3

    Una sucursal en México**La Pacific Press, en julio de 1980, estableció una sucursal en Montemorelos, México, que fue de corta duración.—Con referencia a la creación de una sucursal en México no veo por qué no podría llevarse a cabo este proyecto. No puedo ver por qué no debiera aprovecharse la oportunidad, cuando somos la mano ayudadora de Dios y cuando se nos ha dado instrucción concerniente a la parte que la obra de las publicaciones debe desempeñar en la difusión del mensaje de la verdad presente.MPu 217.1

    La luz debe brillar en muchos lugares por medio de nuestras publicaciones. Nuestros libros, folletos y revistas irán a lugares donde nosotros no podemos ir. A medida que se envíen estos mensajeros, irán dando su mensaje. Nadie puede discutir con ellos, porque ellos no pueden contestar. Permanecen como testigos de la verdad, mudos pero poderosos.—Manuscrito 81, 1901.MPu 217.2

    Casas editoras en países misioneros—En los campos misioneros deben fundarse casas editoriales en diversos lugares. Dar carácter a la obra; formar centros de esfuerzos e influencia; atraer la atención de la gente; desarrollar los talentos y aptitudes de los creyentes; establecer un vínculo entre las nuevas iglesias; sostener los esfuerzos de los obreros y darles medios más rápidos de comunicarse con las iglesias y de proclamar el mensaje; tales son, entre muchas otras, las razones que abogan en favor del establecimiento de imprentas en los campos misioneros.—Testimonies for the Church 7:145.MPu 217.3

    Facilidades de impresión en los colegios misioneros—Hay mucho que hacer en cuanto a establecer centros de nuestra obra en campos nuevos. En muchos lugares deben establecerse imprentas misioneras. En relación con nuestras escuelas de las misiones, debe haber medios de imprimir publicaciones y de preparar obreros en esta actividad, en estos lugares donde se preparan personas de diversas nacionalidades, que hablan diferentes idiomas, cada una debe aprender a imprimir en su propia lengua, y también a traducir del inglés a esa lengua. Y mientras está aprendiendo el inglés, debe enseñar su idioma a los alumnos de habla inglesa que necesiten adquirirlo. De esta manera algunos de los estudiantes nacidos en el extranjero podrían sufragar los gastos de su educación; y podrían prepararse obreros que prestarían valiosa ayuda en la empresa misionera.MPu 218.1

    En muchos casos la obra de publicación tendrá que iniciarse en pequeña escala. Tendrá que contender con muchas dificultades y seguir adelante con pocos recursos. Pero nadie debe desanimarse por causa de esto. El método del mundo consiste en empezar su obra con pompa, ostentación y jactancia; pero todo esto fracasará. La manera de Dios consiste en hacer que el día de las cosas pequeñas sea el comienzo del triunfo de la verdad y de la justicia. Por esta razón nadie necesita regocijarse por un comienzo próspero, ni abatirse por la debilidad aparente. Dios es para sus hijos riqueza, plenitud y poder cuando ellos miran a las cosas invisibles. Seguir sus indicaciones es escoger la senda de la seguridad y del verdadero éxito. “Esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe”. 1 Juan 5:4.MPu 218.2

    El poder humano no estableció la obra de Dios, ni puede destruirla. Dios concederá la dirección constante y la custodia de sus santos ángeles a aquellos que llevan su obra adelante frente a dificultades y oposición. Nunca cesará su obra en la tierra. La edificación de su templo espiritual irá adelante, hasta que esté completo, y la piedra angular será colocada con clamores de: “Gracia, gracia a ella”. Zacarías 4:7...MPu 218.3

    Se me ha dicho que en cualquier parte donde se han provisto facilidades para el establecimiento y el progreso de la causa, por medio de actos de abnegación y esfuerzos sostenidos, y donde el Señor ha prosperado la obra, los que se encuentran en ese lugar debieran dar de sus recursos financieros para ayudar a sus siervos que han sido enviados a nuevos campos. En cualquier lugar donde se haya establecido la obra sobre un fundamento firme, los creyentes debieran sentirse bajo la obligación de ayudar a los necesitados transfiriendo aun con grandes sacrificios, una parte o todos los recursos que en años anteriores se invirtieron en beneficio de la obra en su localidad. Así es como el Señor se propone que progrese su obra. Esta es la ley de restitución en sentido correcto.—Testimonies for the Church 7:169, 170; véase ambién 171, 172.MPu 219.1

    Deber de las instituciones prósperas*La Asociación General ha establecido un programa que provee ayuda financiera para la expansión de equipo e instalaciones en casas editoras de ultramar que no están en condición de satisfacer las exigencias de una empresa en crecimiento. También se insta a estas casas editoras de ultramar y a las divisiones a las que pertenecen a contribuir financieramente en programas de expansión. Véase General Conference Publishing Department Policies, 42, 43.—Todo el cielo se interesa, no sólo en las regiones que están cerca y que necesitan nuestra ayuda, sino también en las regiones lejanas. Los seres celestiales están observando y esperando que los instrumentos humanos se conmuevan profundamente por las necesidades de sus compañeros en la obra que se encuentra en dificultades e incertidumbre.MPu 219.2

    Cuando una de las instituciones del Señor entra en dificultades económicas, las instituciones más prósperas debieran trabajar hasta el máximo de su habilidad para asistir a la institución incapacitada, para que el nombre de Dios no sea deshonrado. Cada vez que los administradores de las instituciones de Dios cierran los ojos para no ver las necesidades de las instituciones hermanas, y no realizan todos los esfuerzos posibles para socorrerlas, y dicen con egoísmo: “Dejadlos sufrir”, Dios toma nota de su crueldad, y llegará el tiempo cuando ellos mismos tendrán que pasar por una experiencia similar de humillación. Pero, hermanos míos, vosotros no tenéis la intención de hacer esto. Sé que no la tenéis.MPu 219.3

    Todas las facilidades que tenemos en Europa para hacer progresar la obra son necesarias; cada institución debiera mantenerse en una condición saludable y floreciente en medio de un mundo impío. No permitáis que los ángeles de Dios, servidores de los que llevan responsabilidades, vean desanimados a los obreros de Dios. Las dificultades ya han aumentado debido a nuestra demora, de modo que la obra de restauración ahora requerirá más trabajo y gastos. En el nombre del Señor pedimos a su pueblo que dispone de recursos financieros que demuestre ser mayordomo fiel. Reparad la maquinaria que es tan indispensable para llevar a cabo la obra de Dios, a fin de que su pueblo no se desanime y su obra no languidezca...MPu 220.1

    Ahora se necesita la ayuda que todos pueden proporcionar. Procurad reparar la brecha que se ha producido. Hacedlo con gozo. Hacedlo con nobleza. Acudid a prestar ayuda al Señor, a ayudar al Señor contra los poderosos. Rescatad de inmediato la institución que corre un peligro tan grande.MPu 220.2

    Que todos los que se dan cuenta de la proximidad de la venida del Señor, pongan en práctica su fe. Cuando veamos languidecer una de las instituciones de Dios, que los que tienen puesto su corazón y su espíritu en la obra, manifiesten su interés.MPu 220.3

    Los que ocupan posiciones de responsabilidad deben dar un buen ejemplo. Cada noble sentimiento cristiano debiera inducirlos a trazar planes y trabajar con mayor empeño para aliviar la institución del Señor que el que pondrían para salvar su propiedad. Que todos procuren hacer algo. Consultad vuestros negocios y ved lo que podéis hacer para cooperar con Dios en su obra...MPu 220.4

    Los hombres a quienes Dios ha confiado capacidades y talentos en forma de recursos, serán impresionados por él para que asuman la responsabilidad y ayuden a nuestros hermanos escandinavos [en este caso los de la Casa Editora Noruega].MPu 220.5

    La causa de Dios en Europa no debe convertirse en una piedra de tropiezo o en un asunto ofensivo para los incrédulos. Las instituciones no deben cerrarse ni entregarse en manos de gente mundana. Que los siervos del Señor en Europa hagan todo esfuerzo posible para recuperar lo que se ha perdido, y el Señor trabajará con ellos. Invito a nuestros hermanos norteamericanos a cooperar con sus hermanos europeos. Si todos hacen su parte en su gran plan, el propósito de Dios se cumplirá. Pronto la dificultad habrá quedado en el pasado y no volverá a importunar la causa de Dios.—Testimonies for the Church 6:459-461.MPu 221.1

    Prestando auxilio a una casa editora más chica—La exhortación que sigue, escrita el 20 de noviembre de 1900, se refiere a la agobiante situación financiera de nuestra obra de las publicaciones de Cristianía, Noruega. La Junta de Misiones Extranjeras recibió en 1899 la información de que la Casa Editora de Cristianía se había endeudado y era incapaz de hacer los pagos, lo que la ponía en peligro de caer en manos de sus acreedores. Para aliviar esta vergonzosa situación, sería necesario socorrerla con la suma de 50.000 dólares. La junta no podía conseguir esta cantidad, y aunque nuestros hermanos de Noruega continuaron en posesión de la casa editora durante más de un año después de esto, se había hecho muy poco para prestarles alivio. Parecía que el edificio finalmente tendría que entregarse a los acreedores, o bien venderse para reunir los fondos necesarios para cubrir la deuda. Así se perdería para la obra del Señor la institución edificada tras años de trabajo y sacrificio. Para impedir que sucediera esta enorme calamidad, el Señor habló por medio de su sierva con las siguientes penetrantes palabras de exhortación, instrucción y ánimo.MPu 221.2

    Nuestra casa editora de Noruega corre peligro, y en el nombre del Señor exhorto a nuestro pueblo a que acuda en su auxilio. A todos los que sienten aprecio por la causa de la verdad presente se les pide que presten ayuda en esta crisis.MPu 221.3

    Los que aman y sirven a Dios debieran sentir interés más profundo en todo lo que se refiere a la gloria de su nombre. ¿Quién podría soportar que pase a manos de gente mundana para ser usada con fines puramente mundanos una institución en la que la verdad ha sido magnificada, donde el Señor ha revelado su presencia con tanta frecuencia, los mensajeros del Señor han impartido instrucciones, y la verdad se ha difundido mediante las publicaciones que han hecho tanto bien? Dios ciertamente sería deshonrado si se permitiera que esta institución se perdiera por falta de dinero que él ha confiado a sus mayordomos. Si ocurriera esto, la gente diría que se debió a que el Señor no había sido capaz de impedirlo.MPu 222.1

    Estas cosas significan mucho para nuestros hermanos y hermanas de Escandinavia. Tendrán que soportar una prueba muy difícil si pierden su casa editora. Realicemos un esfuerzo para impedir que entren en un estado de depresión y desánimo. Llevemos a cabo un esfuerzo consagrado y unido para sacar la casa editora de la difícil situación en la que se encuentra.MPu 222.2

    Hay personas de escasa fe que pueden procurar desanimar a otros y así impedirles participar en esta buena obra. Se necesita sólo una expresión de desánimo para hacer surgir y fortalecer el egoísmo en el ánimo. No escuchéis a quienes traten de tentaros. Descartad las preguntas que surgirán en cuanto a la razón por la cual ha surgido esta dificultad. Puede haber sido mayormente el resultado de errores cometidos; pero no dediquemos tiempo ahora a la crítica y las quejas. La crítica, las quejas y la censura no proporcionarán alivio a nuestros hermanos en su desconcierto y aflicción.MPu 222.3

    Dios ha llamado a los instrumentos humanos a que sean colaboradores con él en la obra de salvación. El utiliza a personas aquejadas por flaquezas y expuestas a cometer errores. Por tanto, no censuremos a quienes han tenido el infortunio de cometer errores. Más bien tratemos de ser transformados por la gracia de Dios para que nos mostremos compasivos y nos conmovamos por las desgracias humanas. Esto causará gozo en el cielo; porque al amar a nuestros hermanos como Dios y Cristo nos aman, damos evidencia de que participamos de los atributos de Cristo.MPu 222.4

    No es éste el momento de criticar. Lo que ahora se necesita es una genuina simpatía y una decidida actitud de ayuda. Debiéramos considerar individualmente las necesidades de nuestros hermanos. Que toda la energía dedicada a este asunto se emplee en pronunciar palabras animadoras. Dediquemos toda nuestra capacidad a efectuar acciones elevadoras. Testimonies for the Church 6:454-456.*La Casa Editora Noruega todavía permanece como testimonio de los sacrificios de los miembros escandinavos y del amplio apoyo financiero de la iglesia mundial como resultado de esta exhortación. Esta casa, en 1978, fue reubicada en una hermosa planta nueva situada en las afueras de la ciudad de Oslo.
    En años recientes se vendieron “67.880 libros, 350.000 folletos y 731.400 revistas, por un valor de 4.089.867 coronas ($682.000 dólares). Un grupo considerable de colportores de dedicación exclusiva ha efectuado un trabajo de evangelismo de casa en casa desde 1882”. Seventh-day Adventist Encyclopedia, 981.
    .
    MPu 223.1

    Debe existir la unidad—Los talentos que se encuentran entre los ingleses y los norteamericanos debieran unirse con los talentos de quienes pertenecen a todas las demás nacionalidades. Y cada nacionalidad debiera trabajar seriamente en favor de las demás nacionalidades. Existe un solo Señor y una sola fe. Debemos esforzarnos por contestar la oración que Cristo hizo en favor de la unidad de sus discípulos. “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Y por ellos me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.MPu 223.2

    “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”. Juan 17:17-21.MPu 223.3

    Debiera entenderse que una perfecta unidad entre los obreros es necesaria para llevar a cabo con éxito la obra de Dios. Para mantener la paz, todos deben buscar sabiduría en el Gran Maestro. Que todos tengan cuidado en la forma como presentan propuestas ambiciosas que pueden crear disensión.MPu 224.1

    Debemos someternos unos a otros. Nadie en sí mismo constituye un todo completo. Mediante el sometimiento de la mente y la voluntad al Espíritu Santo debemos convertirnos en alumnos permanentes del Gran Maestro.MPu 224.2

    Estudiad el segundo capítulo de los Hechos. En la iglesia primitiva, el Espíritu Santo obró poderosamente por medio de los que estaban armoniosamente unidos. En el día de pentecostés todos se encontraban de común acuerdo en un mismo lugar.MPu 224.3

    Tenemos que demostrar ante el mundo que personas de todas las nacionalidades están unidas en Cristo Jesús. Entonces, eliminemos todas las barreras y unámonos en el servicio del Maestro.—Testimonies for the Church 9:195, 196.MPu 224.4

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