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El Ministerio de Publicaciones

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    Capítulo 25—Búsqueda de colportores evangelistas

    Hambre por el Evangelio puro—Vivimos en un tiempo cuando ha de hacerse una gran obra. Hay hambre en la tierra por el Evangelio puro, y el pan ha de darse a las almas hambrientas. No existe oportunidad mejor para realizar esta obra que la que se ofrece al consagrado colportor. Miles de libros que contienen la preciosa luz de la verdad presente deben ser colocados en los hogares de la gente en nuestras grandes ciudades.—Servicio Cristiano Eficaz, 189, 190.MPu 300.1

    Es necesario buscar y preparar nuevos obreros—Que los publicadores y los directores de publicaciones obren con entusiasmo a fin de animar a los colportores que ahora trabajan en el campo de acción, y para buscar y entrenar nuevos obreros. Que cada uno fortalezca y edifique la obra tanto como sea posible sin debilitar el trabajo de los demás. Que todo se haga con amor fraternal y sin egoísmo.—Testimonies for the Church 6:328.MPu 300.2

    Se debe actuar con rapidez para discernir el talento—Cuando consideramos el surgimiento y el progreso de la obra de publicaciones, desde el comienzo y hasta el momento actual, agradecemos a Dios y cobramos ánimo. Sin embargo, nuestra responsabilidad hacia las multitudes desprevenidas nos insta a realizar mayores y más sistemáticos esfuerzos para poner en acción muchos medios para hacer circular nuestros libros, revistas y folletos. Quienes conocen las posibilidades de esta rama de la obra misionera, y tienen habilidad para enseñar, tienen mucho que hacer en el entrenamiento de obreros.MPu 300.3

    Nuestra feligresía crece constantemente, por lo cual hay que enseñar con paciencia a los inexpertos para que tomen su parte de la carga que descansa sobre el cuerpo de creyentes. Además, muchos de nuestros hermanos y hermanas que han estado más tiempo en la fe, que han estado activos en la distribución de publicaciones en el pasado, todavía necesitan instrucción sistemática concerniente a los métodos de trabajo. Los que ocupan cargos de responsabilidad debieran discernir con rapidez los talentos que pueden utilizarse en la obra misionera realizada mediante publicaciones; y debieran hacer todo lo que pueden para desarrollar esos talentos.—The Review and Herald, 5 de noviembre de 1914.MPu 301.1

    Se necesitan reclutas de calidad—Se necesitan misioneros en todas partes. En todo el campo hay que buscar colportores, pero no del elemento flotante de la sociedad, ni tampoco entre hombres y mujeres ineptos en todo y carentes de éxito en empresa alguna; sino entre quienes se expresan con corrección, tienen tacto, son previsores y poseen habilidad. Estas cualidades son necesarias para tener éxito en el colportaje y ocupaciones afines. Hay personas capaces de realizar esta obra que se dedican a ella, pero algunos pastores con poco juicio los halagan diciéndoles que sus dones y habilidades se pueden utilizar mejor en tareas de oficina que en el colportaje. De este modo se desdeña y rebaja esta obra. Se influye en ellos para que obtengan una licencia que les permita predicar; y así las mismas personas que habrían podido ser entrenadas para ser buenos misioneros que visitaran a las familias en sus casas, dialogaran y oraran con ellas, se convierten en ministros deficientes; y de este modo se descuida el campo donde se necesita tanta ayuda, y donde podría realizarse tanto bien para la causa. Tanto el colportor eficiente como el ministro debieran recibir una remuneración adecuada por sus servicios si hacen el trabajo con fidelidad.MPu 301.2

    Si hay una obra que es más importante que otra, es la de colocar nuestras publicaciones en manos del público para inducirlo a investigar la Biblia. La obra misionera, como presentar nuestras publicaciones a las familias, departir y orar con ellas, es una buena obra que, además, preparará hombres y mujeres para que se desempeñen en tareas pastorales.MPu 301.3

    No todos están preparados para participar en esta obra. Los que poseen los mejores talentos y habilidades, que se ocuparán de la obra sabiendo lo que tienen que hacer en forma sistemática y con incansable energía, deben ser los elegidos. Es necesario tener un plan muy bien organizado y ponerlo en acción con fidelidad. Las iglesias en todas partes deben manifestar un marcado interés en la obra misionera realizada mediante las publicaciones.—Testimonies for the Church 4:389, 390.MPu 302.1

    Agricultores y mecánicos pueden ser buenos representantes—El Sol de Justicia ha salido sobre la iglesia, y el deber de la iglesia es resplandecer. Los que están unidos con Cristo crecerán en gracia y en el conocimiento de Jesucristo, hasta alcanzar la plena estatura de hombres y mujeres en él. Nadie debe ser un holgazán en la viña. Si todos los que pretenden creer en la verdad hubieran aprovechado al máximo sus oportunidades y su capacidad con todo el privilegio que tenían de aprender, se habrían hecho fuertes en Cristo. No importa cuál haya sido su ocupación: agricultores, mecánicos, profesores o pastores, si se hubieran consagrado enteramente a Dios, hubieran sido representantes eficientes al servicio del Maestro celestial.—Manuscrito 151, 1897.MPu 302.2

    Los afroamericanos deben ser entrenados como colportores—Ultimamente, a medida que se me han mostrado las urgentes necesidades de este campo [el sur del país], he dormido muy poco. Hay que llevar a cabo obra médica entre este pueblo [la gente de color], y hay que prepararlos en enfermería, en el arte de cocinar y en otros importantes ramos de trabajo. Entre ellos hay quienes debieran ser preparados para trabajar como maestros, obreros bíblicos y colportores.—El Evangelismo, 343.MPu 302.3

    Reclutas para trabajar en lugares donde no hay obra adventista—Gran número de los hijos de Dios debe ir con nuestras publicaciones a los lugares donde el mensaje del tercer ángel nunca ha sido proclamado. Nuestros libros deben ver la luz en muchos idiomas distintos. Con estos libros deben salir hombres fieles como colportores evangelistas para llevar la verdad a los que sin ese medio nunca recibirían la luz. Los que comprenden este ramo de actividad deberían también prepararse para hacer trabajo médico misionero. Hay que acudir en auxilio de los enfermos y dolientes. Muchos de los que habrán sido aliviados en esta forma, entenderán y aceptarán las palabras de vida.MPu 303.1

    La obra del colportor evangelista cuyo corazón está saturado por el Espíritu Santo, abunda en admirables posibilidades para hacer el bien. La presentación de la verdad hecha con amor y sencillez de casa en casa, está en armonía con la instrucción que Cristo dio a sus discípulos cuando los envió en su primer viaje misionero. Muchos serán alcanzados por medio de cantos de alabanza y oraciones humildes y sinceras. El Obrero divino estará presente para poner convicción en los corazones. “Estoy siempre con vosotros”, es la promesa que nos ha hecho. Seguros de la presencia permanente de un ayudador como él, podemos trabajar con fe, esperanza y valor.MPu 303.2

    De ciudad en ciudad y de país en país se han de llevar las publicaciones que contienen la promesa del pronto regreso del Salvador. Estas publicaciones deben traducirse a todos los idiomas, porque el Evangelio ha de predicarse en todo el mundo. Cristo promete a cada obrero la eficiencia divina que dará éxito a su trabajo.—Testimonies for the Church 9:33, 34.MPu 303.3

    Entrenamiento y reclutamiento en las reuniones campestres—En años pasados, los siervos de Dios aprovechaban las ocasiones que los congresos les ofrecían para enseñar a nuestros miembros los métodos prácticos de presentar a sus amigos y conocidos las verdades salvadoras del mensaje del tercer ángel. Muchos aprendieron a trabajar así en su ciudad o pueblo como misioneros no retribuidos. Muchos volvieron a sus hogares para trabajar con más celo y de una manera más inteligente que en lo pasado.MPu 303.4

    Agradaría a Dios que esa clase de instrucciones prácticas impartidas en el pasado, se diera mucho más a menudo a los miembros de nuestras iglesias que asisten a los congresos. Nuestros obreros dirigentes, así como nuestros hermanos y hermanas de cada asociación, debieran recordar que nuestros congresos anuales tienen, entre otros propósitos, el de popularizar los métodos prácticos de trabajo misionero personal...MPu 304.1

    En algunas de nuestras asociaciones, los miembros dirigentes han vacilado en introducir esos métodos prácticos de instrucción. Algunos son más propensos a sermonear que a instruir. Pero con motivo de nuestros congresos, no debemos perder de vista la posibilidad que se nos brinda de enseñar a los hermanos y hermanas a hacer trabajo misionero práctico donde viven. En muchos casos, en esas asambleas, convendrá designar a hombres escogidos para la responsabilidad de impartir enseñanza en los diferentes ramos de actividad. Enseñen a los miembros a dar estudios bíblicos y a dirigir reuniones familiares. Otros pueden encargarse de enseñar principios de salud y temperancia, y cómo tratar con los enfermos. Otros aun pueden trabajar en favor de la obra con nuestros periódicos y libros. Y que los obreros escogidos manifiesten interés especial en instruir a muchos en el arte de vender Palabras de vida del gran Maestro y El ministerio de curación.—Testimonies for the Church 9:81-83.MPu 304.2

    Aprendamos a usar sabiamente las publicaciones—Cuando seguimos los planes del Señor, colaboramos con Dios. Cualquiera que sea nuestro cargo—presidente de asociación, predicador, maestro, alumno, o simplemente miembro de iglesia—, el Señor nos tiene por responsables de que aprovechemos nuestras oportunidades de dar la luz a quienes necesitan la verdad presente. Uno de los mejores medios que él nos ha confiado lo constituyen las publicaciones. En nuestras escuelas y sanatorios, en nuestras iglesias y más particularmente en nuestros congresos, debemos aprender a hacer uso juicioso de este precioso medio. Allí, obreros escogidos deben enseñar con paciencia a nuestro pueblo a acercarse de un modo amable a los que no son creyentes y a colocar en sus manos las publicaciones que con poder y claridad presentan la verdad para nuestra época.—Joyas de los Testimonios 3:324.MPu 304.3

    Los pastores deben ayudar a reclutar colportores—Este es un tiempo cuando la asociación debiera presentarse ante la gente con una luz más favorable que en el pasado. Actualmente debemos instar a nuestro pueblo a que ayude al máximo de su habilidad. Debemos urgirlos a que efectúen una obra que resulte agradable para Dios en la adquisición del libro [Palabras de vida del gran Maestro]. Debemos pedir que se empleen todos los recursos posibles para hacer circular esta obra. Y también, si es posible, que todo el campo tenga sus colportores. Debemos instar a los ministros que cuando visiten sus iglesias que animen a hombres y mujeres a dedicarse al colportaje, que den un paso decisivo en el camino de la negación de sí mismos donando una parte de sus ganancias para ayudar a salir de sus deudas a nuestras escuelas. Ciertamente pueden hacer eso para ayudar a nuestro Maestro.—Manuscrito 10, 1900.MPu 305.1

    Una persona bien entrenada es mejor que diez sin preparación—Un obrero que se ha estado preparando y educando para la obra, que es dirigido por el Espíritu de Cristo, llevará a cabo mucho más que diez obreros que salen a trabajar deficientes en su conocimiento y débiles en su fe. Uno que trabaje en armonía con el consejo de Dios y en unidad con sus hermanos, será mucho más eficiente para hacer el bien que diez que no comprendan la necesidad de depender de Dios y de actuar en armonía con el plan general de la obra.—El Evangelismo, 84.MPu 305.2

    Hay que buscar hombres inteligentes—¿Quién pondrá en uso los talentos que le fueron prestados por Dios, sean grandes o pequeños? ¿Quién trabajará con humildad, aprendiendo diariamente en la escuela de Cristo, e impartiendo ese precioso conocimiento a los demás? ¿Quiénes verán lo que debe ser hecho y lo harán? ¿Y cuántos presentarán excusas, y se sentirán atados con intereses mundanos? Cortad las cuerdas que os atan, e id a la viña a trabajar por el Maestro.MPu 305.3

    En todo departamento de la causa de Dios se necesitan ayudadores consagrados, que teman a Dios y se dispongan a trabajar; hombres de cerebro, hombres de intelecto, que salgan como ministros y colportores. Hermanos y hermanas, ascienda de vuestros labios la oración de fe a Dios para que el Señor levante obreros y los envíe a los campos de la mies; pues la cosecha es grande y los obreros pocos.—Notas Biográficas de Elena G. de White, 304, 305.MPu 306.1

    Se necesitan hombres con visión y planes amplios—La prensa es poderosa; pero si los materiales producidos permanecen inactivos por falta de hombres que pongan en práctica planes adecuados para hacerlo circular ampliamente, se pierde su poder. Aunque se ha discernido con prontitud la necesidad de invertir dinero en equipo apropiado para aumentar la producción de libros y folletos, no se han hecho planes para recuperar el dinero invertido para reinvertirlo en la producción de nuevas publicaciones. El poder de la prensa, con todas sus ventajas, está en sus manos: y pueden usarlo con el máximo provecho, o bien pueden estar despiertos a medias y a causa de la inacción perder las ventajas que podrían haber obtenido. Por medio de cálculos valiosos pueden extender la luz de la verdad mediante la venta de libros y folletos. Pueden enviarlos a miles de familias que ahora permanecen en las tinieblas del error.MPu 306.2

    Otros publicadores tienen sistemas establecidos para introducir en el mercado libros que no son de importancia vital. “Los hijos de este siglo son más astutos con sus semejantes que los hijos de luz”. Lucas 16:8. Casi diariamente se presentan oportunidades en las que los mensajeros silenciosos de la verdad podrían introducirse en las familias, o ponerse en manos de diversas personas; pero los indolentes y descuidados no las aprovechan. Hay pocos predicadores; hay uno solo donde debiera haber cientos. Muchos están cometiendo un grave error al no poner en acción sus talentos para salvar a sus semejantes. Cientos de personas debieran dedicarse a llevar la luz por todas nuestras ciudades, aldeas y pueblos. La mente del público está inquieta. Dios dice: Enviad la luz a todas partes del campo. Se propone que los seres humanos sean canales de luz que alumbren a los que viven en las tinieblas.—Testimonies for the Church 4:389.MPu 306.3

    Medios que Dios usa para exaltar al hombre—Dios ha dado al hombre algo que hacer para que logre la salvación de sus semejantes. Puede obrar en relación con Cristo haciendo actos de misericordia y de beneficencia. Pero no puede redimirlos porque es incapaz de satisfacer las exigencias de la justicia insultada. Esto lo pudo hacer sólo el Hijo de Dios, poniendo a un lado su honra y gloria, revistiendo de humanidad su divinidad, y viniendo a la tierra para humillarse y derramar su sangre en favor de la familia humana.MPu 307.1

    Al comisionar a sus discípulos para que fuesen “por todo el mundo” a predicar “el evangelio a toda criatura”, Cristo encomendó a los hombres la obra de difundir las buenas nuevas. Pero mientras algunos salen a predicar, invita a otros a que satisfagan sus demandas en cuanto a los diezmos y ofrendas con que sostener el ministerio y difundir la verdad en forma impresa por toda la tierra. Tal es el medio que Dios tiene para exaltar al hombre. Es precisamente la obra que él necesita, pues conmoverá las más profundas simpatías de su corazón y ejercitará su más alta capacidad mental.—Joyas de los Testimonios 1:552, 553.MPu 307.2

    Llamamiento a pasar del empleo humano al divino—Dios me ha dicho repetidamente que a nadie se debe aconsejar que prometa pasar dos, tres, cuatro, cinco o seis años bajo la dirección de ningún hombre... Hermanos, no tenemos tiempo para esto. El tiempo es corto. Tenemos que presentar urgentes incentivos a las personas que ahora debieran estar dedicadas a la obra misionera para el Maestro. Todavía no se ha trabajado en todos los sectores urbanos y en los lugares rurales. El Señor llama a jóvenes que trabajen como colportores y evangelistas, que trabajen de casa en casa en lugares en los que todavía no se ha escuchado la verdad. Dios habla a nuestros jóvenes y les dice: “¿No sabéis... que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio. Por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo”. 1 Corintios 6:19, 20.MPu 307.3

    Hay que dar al Señor oportunidad para demostrar a los hombres cuál es su deber e influir sobre sus mentes. Nadie debe limitarse a servir bajo la dirección de ningún ser humano, porque el Señor mismo llamará a los hombres, así como en la antigüedad llamó a los humildes pescadores, y él mismo les impartirá la educación que desea que reciban. Llamará a hombres del arado y de otras ocupaciones para que hagan sonar la última nota de advertencia para alertar a la gente que perece. Existen muchas maneras de trabajar para el Maestro, y el gran Maestro abrirá la comprensión de estos obreros y los capacitará para que descubran cosas admirables y sorprendentes en su Palabra.MPu 308.1

    Las señales que muestran que la venida de Cristo está cerca se están cumpliendo con rapidez. El Señor llama a colportores y evangelistas. Los que saldrán a trabajar bajo su dirección serán admirablemente bendecidos.—Carta 169, 1903.MPu 308.2

    Auxiliares de entre la gente común—En esta etapa final de la predicación del Evangelio hay un vasto campo que ocupar, y, más que nunca antes, la obra debe alistar ayudantes de entre el común del pueblo. Tanto jóvenes como mayores serán llamados del campo, del viñedo y del taller y enviados por el Maestro para dar su mensaje. Muchos de ellos habrán tenido pocas oportunidades para educarse, pero Cristo ve en ellos cualidades que los capacitarán para cumplir su propósito. Si hacen la obra con todo el corazón y siguen aprendiendo, Cristo los capacitará para trabajar por él...MPu 308.3

    Los obreros provenientes del pueblo común, que comparten las penas de sus semejantes como su Maestro compartió las penas de toda la especie humana, lo verán, mediante la fe, trabajar junto a ellos.—La Educación, 269, 270.MPu 308.4

    Cada creyente puede llevar el mensaje—Mi corazón está oprimido porque un número tan grande de los que podrían trabajar no hacen nada. Son juguetes de las tentaciones de Satanás. Cada miembro de la iglesia debe trabajar mientras dura el día; porque viene la noche cuando nadie puede trabajar. Muy pronto sabremos lo que es la noche. El Espíritu de Dios, contristado, se retira de la tierra. Las naciones están airadas unas contra otras. Se hacen inmensos preparativos para la guerra. La noche se acerca. Levántese la iglesia para cumplir la tarea que le ha sido asignada. Todo creyente, cualquiera que sea el grado de instrucción, puede llevar el mensaje.—Joyas de los Testimonios 3:294, 295.MPu 309.1

    Enseñad perseverancia en la obra del colportaje—Tengo algo que debo decirle. Usted ama la verdad, pero sus afectos han estado manifiestamente divididos entre el servicio a Dios y el servicio a Mammón. Algunas cosas se interponen como poderosas barreras e impiden que Dios lo use como un hombre capaz de hacer avanzar su causa y representar adecuadamente su fe. Los planes que usted ha puesto en acción en su obra misionera no han resultado para su bienestar espiritual o para la salud moral de las personas con quienes entra en contacto...MPu 309.2

    Usted ha mezclado intrigas, compras y ventas con la obra de esparcir nuestras publicaciones y presentar la verdad. Esto constituye una lamentable combinación. Mientras trata de obtener ventajas personales, usted se siente atraído por la posibilidad de comprar barato y vender caro. Por eso la gente lo considera un estafador, un hombre que está dispuesto a obtener ventajas personales sin considerar a los demás. Usted no guarda los mandamientos de Dios, porque no ama a su prójimo como a sí mismo. Si hubiera amado a Dios de todo corazón, no tendría que luchar contra sus tendencias deshonestas. Su deseo codicioso de obtener ventajas le causa un gran perjuicio espiritual. Al complacer esta tendencia, usted se está colocando a merced de la pobreza, a menos que se convierta completamente.—Carta 3, 1878.MPu 309.3

    Colportores evangélicos en lugar de predicadores—La distribución de nuestras publicaciones es una rama importante y provechosa de la obra evangélica. Nuestras publicaciones pueden ir a lugares donde no es posible efectuar reuniones. En tales lugares, el fiel colportor evangelista ocupa el lugar del predicador. Por medio de la obra de colportaje, la verdad llega a muchas personas que de otro modo nunca la habrían escuchado.MPu 310.1

    Me siento muy afligida de saber que tantos de los libros que debieran venderse sin demora permanecen en los estantes de la casa editora. Estas obras contienen la luz que la gente necesita. Que Dios obre sobre muchos de nuestros jóvenes para que entren a su servicio como colportores evangélicos. Tenemos poco tiempo para trabajar. Muchos, muchísimos, necesitan manifestar prontitud y diligencia para sentirse motivados a trabajar. El Señor está pidiendo obreros ahora mismo...MPu 310.2

    Nuestra comisión consiste en hacer resplandecer la luz en todas partes desde la casa editora. Con ayuda de los materiales impresos, la luz llega a iluminar a las personas aisladas, quienes no tienen oportunidad de oír al predicador. Esta es una obra misionera muy bendecida. Los colportores pueden ser la mano ayudadora de Dios que abre puertas para que penetre la verdad.—The Review and Herald, 7 de octubre de 1902.MPu 310.3

    Los colportores deben amonestar las ciudades mientras eso sea posible—¿Quién podría dudar que estamos viviendo en tiempos peligrosos? Cuando Cristo describió la ruina de Jerusalén, contempló el futuro e incluyó en su descripción la todavía más terrible destrucción del mundo. Lo expresa de este modo: “Como fue en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. Porque en los días anteriores al diluvio, la gente comía y bebía, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca. Y no entendieron hasta que vino el diluvio y los llevó a todos. Así también será la venida del Hijo del hombre”. Mateo 24:37-39.MPu 310.4

    Los ángeles destructores están cumpliendo ahora su misión. Habrá muertes en todas partes. Por eso estoy tan ansiosa porque se amoneste a nuestras ciudades. Hay una obra que debe efectuarse en nuestras ciudades por medio del colportaje, la que todavía no se ha llevado a cabo.MPu 311.1

    Cristo, en sus enseñanzas, ha dejado lecciones valiosísimas con respecto a los últimos días. ¡Ojalá que hombres y mujeres se enteren del peligro que corren, antes de que sea para siempre demasiado tarde!MPu 311.2

    El día del Señor se aproxima como ladrón en la noche, no para los que están despiertos espiritualmente, sino para los que dormitan, para los que son indiferentes y apáticos. La bendición de Dios descansa sobre los obreros que amonestan a los que no están preparados para encontrarse con él. La santidad está unida con la misericordia, en la misma forma como el efecto se relaciona con su causa.—Carta 176, 1903.MPu 311.3

    Muchos lugares son alcanzados únicamente por las publicaciones—Dios espera que su pueblo que vive en este período de la historia del mundo, proclame con la voz y la pluma el postrer mensaje de misericordia al mundo, y trabaje con el poder del Espíritu Santo. Hay muchos lugares donde no se puede oír la voz del ministro, lugares que pueden ser alcanzados únicamente por medio de nuestras publicaciones: libros, revistas y folletos llenos con las verdades bíblicas que la gente necesita.MPu 311.4

    Vivimos en los días finales de la historia terrena. En el mundo hay mucha gente descuidada; para ellos, las verdades más importantes no tienen más valor que las historias insustanciales, y no causan impresión alguna en sus mentes y corazones, y ningún cambio en su carácter. Pero hay algunos que escucharán el mensaje de Dios y que no descansarán hasta que comprendan su Palabra. Manuscrito 40, 1903.MPu 311.5

    Hoy se necesitan hombres como Caleb—El tercer ángel que vuela en medio del cielo proclamando los mandamientos de Dios y el testimonio de Jesús, representa nuestra obra. El mensaje no pierde nada de su fuerza mientras el ángel vuela hacia adelante, porque Juan vio el aumento de su fuerza y poder hasta que toda la tierra quedó iluminada por su gloria. La dirección del pueblo de Dios que observa sus mandamientos es hacia adelante, siempre adelante. El mensaje de la verdad que proclamamos debe llegar a toda nación, tribu, lengua y pueblo. Pronto se proclamará con gran potencia y la tierra será alumbrada con su gloria. ¿Nos estamos preparando para este grandioso derramamiento del Espíritu de Dios?MPu 312.1

    Instrumentos humanos serán usados en esta obra. Hay que intensificar el fervor, la diligencia y la energía; los talentos que se están enmoheciendo a causa de la inacción deben dedicarse al servicio. La voz que sugiere: “Espera. No permitas que nadie te imponga responsabilidades”, es la voz de los espías cobardes. Ahora necesitamos hombres como Caleb que avanzarán hacia adelante, capitanes en Israel que con palabras animosas presentarán un poderoso informe en favor de la acción inmediata. Cuando la gente egoísta, amadora del ocio y presa del pánico, asustada por los gigantes y las murallas inaccesibles, clamen pidiendo la retirada, permítase que se oiga la voz de los Calebs, aunque los cobardes armados con piedras estén listos para apedrearlos por su valeroso testimonio.—Testimonies for the Church 5:383.MPu 312.2

    Jóvenes que son apartados de la obra del colportaje—Algunos jóvenes se han dejado inducir [por los dichos] a dedicarse a un trabajo que no podían efectuar con sabiduría, y se han malogrado por haber hecho una obra que, si hubieran procurado realizarla con humildad y modestia en el temor de Dios, habrían podido tener un éxito glorioso. Estos jóvenes podrían haberse preparado para servir con utilidad en el campo misionero como colportores, o como aprendices de pastores solventando sus propios gastos y haciendo una obra para este tiempo y la eternidad. Pero se han entusiasmado insensatamente con la idea de convertirse en maestros de dicción, y Satanás se echa a reír porque los ha atrapado en la red que les había tendido...MPu 312.3

    Satanás está trabajando para entrar por la fuerza en todas partes. Trata de separar aun a los que son buenos amigos. Hay hombres que continuamente hablan, chismorrean y dan falso testimonio, que siembran las semillas de la discordia y engendran rivalidades y contiendas. El cielo considera a esta clase de personas como los servidores más eficaces de Satanás. Pero la persona que ha sido perjudicada se encuentra en una posición mucho menos peligrosa que cuando es adulada y elogiada por algunos de sus esfuerzos que causan la impresión de haber tenido éxito. La adulación de supuestos amigos es más peligrosa que el reproche.—Testimonies for the Church 4:605-607.MPu 313.1

    Presentad la Biblia en la sencillez y claridad de su texto—La luz de la verdad está derramando sus brillantes rayos sobre el mundo por medio del esfuerzo misionero. La prensa es un instrumento por medio del cual son alcanzados muchos que sería imposible alcanzar por el esfuerzo ministerial. Una gran obra podría realizarse al presentar a la gente la Biblia tal como es. Llevad la Palabra de Dios a la puerta de todo hombre; presentad sus firmes declaraciones apelando a la conciencia de cada uno y repitiendo a todos la orden del Salvador: “Escudriñad las Escrituras”. Amonestadles a tomar la Biblia tal cual es y a implorar la iluminación divina; y luego, cuando resplandezca la luz, a aceptar gozosamente cada precioso rayo y a afrontar intrépidamente las consecuencias.—Joyas de los Testimonios 2:129, 130.MPu 313.2

    Cada página publicada tiene un valor incalculable—Debiéramos tratar como tesoro sagrado cada línea de las páginas publicadas que salen de nuestras casas editoras. Hasta los fragmentos de un folleto o de una revista debieran considerarse de mucho valor. ¿Quién podría estimar la influencia que pudiera tener una página arrancada, con verdades del mensaje del tercer ángel, sobre el corazón de alguien que busca la verdad? Cada página publicada por la casa editora es un rayo de luz celestial que debe brillar en las comunidades urbanas y rurales. Recordemos que alguien se alegrará de recibir todas las páginas que podamos ofrecerle.MPu 313.3

    En el milagro realizado por Cristo cuando dio de comer a la multitud con unos pocos panes y peces, el alimento aumentaba a medida que pasaba de Cristo a los que lo aceptaban. Así ocurrirá en el caso de la distribución de nuestras publicaciones. La verdad de Dios, a medida que circula, también aumentará en gran medida. Y así como Cristo tuvo cuidado de instruir a los discípulos para que reunieran los fragmentos sobrantes, para que nada se perdiera, también nosotros debiéramos atesorar cada fragmento de publicación que contenga la verdad para este tiempo.—Manuscrito 67, 1903.MPu 314.1

    Monumentos conmemorativos en cada ciudad y aldea—Una escena muy impresionante pasó ante mí en visiones nocturnas. Vi una inmensa bola de fuego que caía en medio de un grupo de hermosas casas que fueron destruidas instantáneamente. Oí a alguien decir: “Sabíamos que los juicios de Dios visitarían la tierra, mas no pensábamos que vendrían tan pronto”. Otros dijeron en tono de reproche: “Vosotros que sabíais estas cosas, ¿por qué no dijisteis nada? ¡Nosotros no lo sabíamos!” Y por todas partes oía reproches parecidos.MPu 314.2

    Me desperté angustiada. Volví a dormirme y me pareció encontrarme en una gran asamblea. Un Ser de autoridad hablaba al auditorio, señalando un mapamundi. Decía que aquel mapa representaba la viña de Dios que debemos cultivar. Cuando la luz celestial brillaba sobre alguno, debía transmitirla. Debían encenderse luces en los diferentes lugares y de estas luces se encenderían otras aún...MPu 314.3

    Vi focos de luz que brillaban desde las ciudades y los pueblos, en las montañas y los llanos. La Palabra de Dios era obedecida y como resultado en cada ciudad y cada pueblo se levantaban monumentos a su gloria. Su verdad era proclamada en todo el mundo.MPu 314.4

    Luego el mapa fue quitado y reemplazado por otro en el cual la luz brillaba sólo en unos pocos lugares. El resto del mundo estaba sumergido en las tinieblas; apenas si se percibían algunos rayos de luz aquí y allí. Nuestro Instructor dijo entonces: “Esta oscuridad se debe a que los hombres siguieron su propio camino. Fomentaron sus tendencias al mal, heredadas o adquiridas. Se dedicaron mayormente a la duda, la crítica y la acusación. Su corazón no es recto delante de Dios. Han escondido su lámpara debajo de un almud”.MPu 315.1

    Si cada soldado de Cristo hubiese cumplido su deber, si cada centinela puesto sobre los muros de Sión hubiese tocado la trompeta, el mundo habría oído el mensaje de amonestación. Mas la obra ha sufrido años de atraso. Entretanto que los hombres dormían, Satanás se nos ha adelantado.—Joyas de los Testimonios 3:296, 297.MPu 315.2

    El cielo es para los ganadores de almas—El cristiano tiene la responsabilidad de hacer resplandecer su luz. El seguidor profeso de Cristo no está cumpliendo los requerimientos del Evangelio a menos que esté sirviendo a los demás Nunca debe olvidar que debe hacer resplandecer su luz ante los demás para que ellos, al ver sus buenas obras, glorifiquen a su Padre celestial. Siempre debe hablar con gracia y en armonía con su profesión de fe. Su obra debe revelar a Cristo ante el mundo Jesucristo, y él crucificado, debe ser su tema inagotable, acerca del cual debe hablar abundantemente, sacando del buen tesoro de su corazón las preciosas joyas del Evangelio. El corazón que está lleno de la bienaventurada esperanza, que rebosa de inmortalidad y gloria, no puede guardar silencio...MPu 315.3

    Las personas con quienes se relaciona el cristiano tienen derecho de conocer lo que ha sido revelado al seguidor de Cristo, y él tiene que darlo a conocer por precepto y ejemplo. El cristiano debe publicar las buenas nuevas de salvación, y nunca debe cansarle la repetición de las manifestaciones de la bondad de Dios. Debe extraer continuamente con Cristo, y también extraer constantemente de Cristo, a fin de comer la carne y beber la sangre del Hijo del hombre, las cuales Jesús identifica como sus palabras, que son espíritu y son vida. De ese modo tendrá una renovada provisión de maná celestial. Cada cristiano, encumbrado o humilde, rico o pobre, educado o ignorante, tiene que hablar del reino de Dios, tiene que hablar de Cristo y de él crucificado, a quienes se encuentran en ignorancia y pecado. Tenéis que hablar a los pecadores, porque aunque no lo sepáis, Dios está obrando en sus corazones; nunca olvidéis que él atribuye una gran responsabilidad a cada palabra que pronunciáis en presencia de ellos...MPu 315.4

    ¿Qué estáis haciendo mis hermanos y hermanas cristianos? ¿Podéis decir que hasta donde os fue posible hacerlo, habéis expuesto a Cristo y su amor por la humanidad caída a quienes no lo conocían? Si habéis limitado vuestros esfuerzos mayormente a quienes pertenecen a vuestra misma fe, ¿por qué no buscáis a los que están perdidos? Si fuera posible descorrer la cortina, veríais a gente que perece en sus pecados, y a la iglesia que permanece ociosa, indolente, carente de simpatía y absorta en sus intereses egoístas, sin preocuparse de si la gente está siendo salvada o perdida, con tal que ellos mismos puedan pasarlo bien y sentirse seguros en la esperanza de la salvación. Pero sepamos que nadie podrá entrar en el cielo si no ha trabajado juntamente con Dios.—The Review and Herald, 12 de febrero de 1895.MPu 316.1

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